¿Hasta qué punto es inminente el colapso de la civilización actual? – 8: Los mensajes (auténticos) de «Los Límites del Crecimiento»

Posted on 2018/12/22

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¿Hasta qué punto es inminente el colapso de la civilización actual? – 8: Los mensajes (auténticos) de ‘Los Límites del Crecimiento’

“Pase lo que pase en el futuro, sabemos que las principales dimensiones de lo que ocurrirá se harán visibles en los próximos dos decenios.”[1] (LLDC-30, 2004)

Limits to Growth

Índice de la serie y enlaces

He insistido en la aplicación de la teoría de sistemas a las ciencias sociales más que nada para atraer la atención de las personas con esta inclinación, y llevarlas a la convicción de las bondades del método también en su terreno, tanto cualitativa como cuantitativamente. Sin embargo, aun cuando se suele considerar el modelo World3 como una aplicación en ciencias sociales (economía), se trata en realidad de un nuevo error de percepción. De hecho, las variables con las que trabaja World3 son físicas (455), y las relaciones entre ellas responden a las leyes de la física (y a las de la lógica). Podemos pues considerarlo un modelo de ingeniería, un modelo socio-técnico. En este sentido, dotado del mejor poder de predicción hoy posible.

Lujo generacional

Convengamos por un momento en que las civilizaciones han presentado históricamente un patrón de evolución común, un ciclo característico, y que responde a lo que hemos visto que han establecido Korotayev, Turchin, Tainter y compañía sin que nadie, hasta hoy, haya desafiado sus reflexiones con fundamento. Supongamos también que su modelo es aplicable a la civilización global actual.

Démonos cuenta de que, gracias a ellos, somos la primera generación capaz de examinar en qué punto del ciclo nos encontramos, de poder ubicar la posición de nuestra generación en el eje temporal (456). Es una auténtica fortuna y un logro extraordinario pues, en principio, ello nos debería permitir anticiparnos a los momentos más duros ejerciendo nuestro libre albedrío y así nuestra capacidad de intervenir – o al menos influir en esa situación si lo creyéramos oportuno, insertando los controladores adecuados. Si ello no fuera posible nos encontraríamos en la necesidad de alterar su estructura, con el fin de minimizar los daños. Habiendo decidido previamente qué parámetros queremos maximizar.

El modelo World3 de LLDC fue calibrado de modo que reprodujera la realidad entre 1900 y 1970, y efectuara una proyección de las variables consideradas hasta 2100 bajo distintos escenarios posibles[2]. Dichas variables son: población, la producción industrial per cápita, producción alimentaria per cápita, contaminación, y recursos no renovables. Los escenarios de futuro considerados lo fueron en número de doce.

Debemos pues preguntarnos en primer lugar si alguno de estos escenarios se acerca a la realidad registrada en los más de 40 años transcurridos. De ser alguno de ellos, una forma de evaluar las bondades del modelo será examinar en qué medida el sistema ha respondido de la forma prevista por World3 a ese escenario hasta el día de hoy.

Si encontramos correspondencia, ello aumentaría nuestra confianza en World3 y significaría que el modelo estaría en condiciones de ofrecernos entonces la posibilidad razonablemente creíble de situarnos en algún punto del ciclo y, con ello, de examinar nuestras perspectivas. Pero antes veamos someramente cuáles eran los mensajes de LLDC.

Límites al crecimiento ¿de qué?

Comencemos por una aclaración importante. El crecimiento al que se refería LLDC no era el del PIB, como se suele creer, sino el de la huella ecológica. Primer malentendido, del que los autores asumen ser parcialmente responsables al emplear términos tales como crecimiento, crecimiento físico, y así (457). El concepto de huella ecológica era por entonces todavía poco empleado y solo fue desarrollado años más tarde, en 1996, por los canadienses Mathis Wackernagel y William E. Rees (458,459) si bien Óscar Carpintero cita al físico austríaco Leopold Pfaundler como uno de los primeros en emplearlo ya en 1902 (460). Fue pronto criticado por el economista medioambiental (que no ecológico)[3] Jeroen C.J.M van den Bergh, ahora radicado en España (461).

Mathis-Wackernagel-Boulding-lecture (2)Saber que el crecimiento al que se refería LLDC es el de la huella ecológica es muy importante para comprender la dinámica de World3 (462), pues permite darnos cuenta de que el modelo se establece básicamente en términos físicos.

Lo que de verdad anunciaba LLDC en 1972 era que la superación de la huella ecológica máxima, que denominaba ‘extralimitación’, si fuera a producirse, traía muy malas consecuencias, en forma de contracción inevitable. Mucho más acusada, en forma de colapso si, en el proceso de extralimitación, se hubiera destruido parte o toda la base que sustentaba hasta ese momento los sistemas de soporte. En ese caso la huella ecológica posible, la capacidad de carga del planeta, se reduciría drásticamente, resultando al cabo mucho menor con respecto al caso en que no se hubiera producido dicha extralimitación.

Los mensajes clave

Algo está matemáticamente claro: en un sistema no lineal no es posible extralimitarse sin descender después bruscamente tarde o temprano, salvo que sea posible un managed decline[4]. Se trata de una certeza matemática teórica previa, verdad de la dinámica de sistemas, anterior a World3. No es necesario tener un modelo delante para corroborarlo, pues se cumple en todas las circunstancias, en todos los modelos (y si no se cumple es que están mal). Ése era el primer mensaje, y el más importante.

Segundo mensaje: la prudencia, y quizás algo más, hizo huir a los autores de la idea de predicción, y en el texto evitaron expresamente asumir conclusiones cuantitativas de futuro. En los gráficos, el eje de abscisas no incluía la escala temporal en años o en décadas. A la izquierda, 1900. A la derecha, 2100. Nada más. Para no comprometerse. De 1900 a 1970 las curvas reflejaban la realidad. De ahí en adelante, hasta 2100, se presentaban los resultados del modelo así calibrado, para cada uno de los escenarios considerados.

Prudentes y conservadores como buenos científicos acreditados por Harvard y financiados por la Fundación Volkswagen, los autores de LLDC publicaron las curvas que el ordenador les entregó en el rudimentario formato de la época, que no son otra cosa que la representación gráfica de las soluciones al complicado sistema de ecuaciones diferenciales. En uno de los escenarios el cénit del crecimiento de la producción per cápita se producía entre 2010 y 2020. Pero se limitaron a señalar en el texto que, en este caso standard run (que advertían que conduce indefectiblemente al overshoot and collapse), dicho derrumbe se produciría antes de 100 años, y en todo caso dentro del siglo XXI. Dicho en 1972. Ése era, y no otro, el segundo mensaje. De modo que se tomaron un margen de seguridad textual del orden de 60 años, patada hacia adelante que podía ser entonces tolerable pero que hoy, cercanos ya a este horizonte, conviene examinar de nuevo.

Por lo demás urgieron a actuar lo antes posible, comenzando en 1975 a lo más tardar. Aseguraban que entre 2010 y 2030 algunos recursos comenzarían a escasear o serían demasiado caros, y el daño físico (léase dificultad de acceso a la energía y cambio climático) sería crecientemente visible. Lo sería a pesar de los avances de la tecnología, que en su momento fueron estimados, y que finalmente resultaron ser los que se han tenido lugar (460).

Tercer mensaje: la importancia clave de los retardos del sistema. La superación del umbral que conduce al revolcón se produce mientras los humanos, en nuestra alegría por haber superado los límites, nos dedicaríamos a dejar transcurrir tranquilamente el tiempo mientras, lo primero, no nos enteramos que tenemos problema alguno. Después comenzaríamos a observar disfunciones y a preguntarnos qué demonios está ocurriendo: fase de reconocimiento. Una vez diagnosticado el problema, supongamos que al final correctamente una vez superadas inercias intelectuales y mentiras organizadas, aumentaríamos este lapso de no-respuesta en nuestra deliberación y decidiendo qué es lo que hay que hacer, siempre en acalorado debate. Y desde que se toma la decisión, hasta que se ejecuta, y surge algún efecto, sigue transcurriendo el tiempo y el sistema evolucionando a su aire, sin intervención controladora alguna. Es este (largo) tiempo de retardo del sistema el que, según se demuestra matemáticamente, acaba resultando fatídico (174,176).

Más mensajes: la tecnología sí estaba contemplada

Veamos algunos otros mensajes de LLDC que clarifican el cuadro, aunque no sean tan centrales como los anteriores. Los críticos que no se habían leído el informe, o que no lo habían querido entender (por cierto que son de una lectura muy fácil y agradable, pensada para el público general, por eso vendieron más de 12 millones de copias (464)), decían que no tenía en cuenta los avances de la tecnología[5]. Incierto. Los tenía en cuenta, y mucho. Consideraba que:

“El progreso tecnológico en el modelo reducirá gradualmente la cantidad de recursos necesaria por unidad de producto industrial si todos los demás factores se mantienen constantes. Pero el modelo no permite que la industria fabrique bienes materiales a partir de la nada… este modelo no se basa sólo en la tecnología o en el mercado; plantea que habrá interacciones graduales y efectivas entre ambos.” [énfasis añadido] (465).

LLDC-30Que se realimentan, vamos. Y siguen insistiendo en la diferencia entre este enfoque y el del economista:

“Para muchos economistas, la tecnología es un único exponente en alguna variante de la función de producción de Cobb-Douglas: funciona automáticamente, sin desfases, sin coste, carente de límites y sólo produce resultados deseables. ¡No es de extrañar que los economistas estén tan extasiados con su potencial para resolver los problemas humanos!” (466)

En cambio está claro que no querían incomodar a sus colegas cuando afirmaban, no sin cierta inocencia, la posibilidad del famoso desacoplo así:

“… los límites del crecimiento no limitan el número de personas, automóviles, casas o fábricas, al menos no directamente. Lo que limitan es el caudal productivo, es decir, los flujos continuos de material y energía que se precisan para mantener funcionando a la población, los automóviles, las casas o las fábricas.” (p. 53-54) (376)

Bordeando así la segunda ley de la termodinámica. Afortunadamente tuvieron la precaución de introducir el matiz “al menos no directamente”. Aunque no todo eran flores:

“Una entidad física que crece sólo se desacelerará y después se detendrá acomodándose suavemente a sus límites (crecimiento en forma de S) si recibe señales precisas y oportunas que le indiquen dónde se halla con respecto a sus límites, siempre y cuando responda con rapidez y precisión a tales señales… (p. 260) Si una sociedad obtiene sus señales de la mera disponibilidad de existencias más que de su tasa de reposición, sin duda se extralimitará.” [énfasis añadido] (467)

Añadiendo, como ya hemos visto, que:

“El problema se agrava si la base del recurso es erosionable y se destruye durante la extralimitación.” (467)

Lo es, y se erosiona exponencialmente (recuerde siempre que una evolución exponencial parece lineal al principio). En estas condiciones, la extralimitación conduce, inevitable (y matemáticamente) al colapso, y entonces:

“El resultado de la extralimitación y el colapso es un medio ambiente deteriorado para siempre y un nivel de vida material mucho más bajo del que habría sido posible si nunca hubiera sometido al medio ambiente a tensiones excesivas … A escala mundial, la extralimitación y el colapso podrían comportar la quiebra de los grandes ciclos de sostenimiento de la naturaleza que regulan el clima, purifican el aire, regeneran la biomasa, preservan la biodiversidad y convierten los residuos en nutrientes.” (468)

Aviso para navegantes. Sin embargo, World3 tiene también sus flaquezas:

“World3 contiene apenas unos pocos límites relacionados con las fuentes y sumideros del planeta. (El ‘mundo real’ comprende muchos más)… En el ‘mundo real’ hay muchas otras clases de límites, incluidos los de gestión empresarial y de tipo social. Algunos de ellos están implícitos en las cifras de World3, pues los coeficientes de nuestro modelo proceden de la historia ‘real’ de los últimos cien años.” (469)

Démonos cuenta de que si en la realidad hay más límites de los considerados en el modelo, o bien la respuesta máxima del mismo va a tener un valor inferior al estimado o ese máximo se va a producir antes. O ambas cosas.

De hecho hay más límites, cosa que puede verse en las simulaciones realizadas: si se atenúa o elimina un límite, aparece después otro, y otro. Existen capas de límites, y World3 sólo contiene algunas de ellas (469).

El secretario general de la ONU del momento, el budista U Thant, aseguraba en el prólogo que sólo quedaban diez años para tomar medidas, justo los que faltaban para que se alcanzara la huella ecológica máxima (470).

Examinar referencias

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Notas al pie

[1] Donella Meadows, Jørgen Randers, Dennis Meadows (2004) – Los Límites del crecimiento: 30 años después (471)
[2] Como en su versión original de 1972 no lo decía explícitamente, muchos creyeron que no era así, Nordhaus entre ellos. De ahí la crítica titulada Word Dynamics: Measurements without Data (392)
[3] Recordemos que para un economista medioambiental la economía lo engloba todo, incluido el medio ambiente. Sin embargo, para el economista ecológico es el medio ambiente el marco para el devenir económico
[4] Declive gestionado
[5] Incluso Naomi Klein, normalmente bien informada, comete el error de citar a LLDC como si hubiera considerado el papel de la tecnología de manera insuficiente (472)

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