Beatriz Echeverri Dávila, «En el centenario de la gripe española: un estado de la cuestión», Revista de Demografía Histórica, ISSN 1696-702X, Vol. 36, Nº 1, 2018, págs. 17-42
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Divagaciones en el Cinosargo
2020/05/19
Algo que me ha llamado la atención desde hace mucho es cómo esto de la gripe española había desaparecido del recuerdo, y solo hace cosa de diría que 20 o 30 años comenzó a reaparecer en la prensa, como si contaran algo novedoso que nadie sabía. Sin duda porque las pandemias son una preocupación que viene inquietando al mundo científico desde hace mucho tiempo aunque parece que solo ahora,y pese algún amago previo, enrta en la conciencia colectiva. Dice en el artículo que en los años 60 y 70 se reactivó el interés por aquella catástrofe, pero debió quedar confinado al mundo académico, porque de mi infancia y adolescencia no recuerdo que nunca nadie hablara de ello, aunque otrros fenómenos como la Gran Guerra o incluso la Semana Trágica de unos años antes, la guerra de África, etc., todo eso sí que dejó huella en la memoria. También recuerdo cómo cuando empezó a aparecer en la prensa de nuevo, a la gente le sorprendía, y más cuando veía lo de los 50 millones de muertos. Ni idea de qué significa esto respecto a los fenómenos que impactan la memoria colectiva, cómo se forma esto, etc., pero es muy llamativo. Con la epidemia que padecemos ahora, por los múltiples impactos que está teniendo y su enorme alcance en todos los terrenos, la economía, cambios sociales y tecnológicos, etc., (afortunadamente, con un pequeño número de muertos, seguramente gracias a las medidas que se han tomado) tiene toda la pinta de que sí va a quedar en la memoria.
Asociado a esto pero más amplio, también me llama mucho la atención el catastrofismo propio de la cultura estadounidense, que están siempre con el fin del mundo, están obsesionados, basta ver el cine de Hollywood. El origen de ese rasgo cultural está claro, viene del radicalismo protestante, tan en la raíz del origen de los EE UU. Al fin y al cabo, según explican Puente Ojea, Antonio Piñero, etc., tanto Jesús de Nazaret como el posterior cristianismo originario tuvieron un carácter apocalíptico y el centro de su prédica era el inminente fin del mundo, aunque el catolicismo reestructuró esa profecía incumplida en un nuevo marco ideológico o, más que nuevo, evolucionado como ideología de la sociedad (en aquel tiempo de los primeros siglos de nuestra era). Pero… ¿por qué persiste ese rasgo ideológico tan presente y tan machacón en la cultura estadounidense? ¿como compensación del incumplido sueño americano, una especie de idea de que dicho sueño está a la vuelta de la esquina a pesar de todo, y con esa idea permitír la supervivencia de esa otra falsa profecía, el sueño americano, y además todo en la perspectiva individualista? Ni idea, pero me parece muy extaño, y es un rasgo con el que nos machacan desde allí con sus películas, rollos frikis y demás.