García Bilbao, Pedro A. (2015), «Prefacio: La historia colectiva y la historia personal entrecruzadas», en Carcé, Alva, Mi hermano Benjamín, más allá del exilio, Ed. Sauré, [trad. Aurora Cuadrado Fernández], ISBN: 978-84-16197-52-1, [5-8] Comprar en AMAZON
«De la historia colectiva y la historia personal entrecruzadas
Escrita desde el sentimiento pero también desde el respeto más profundo, esta obra ofrece una mirada real, humana, a cuanto fue aquello. No es el libro de un historiador, un economista o un científico social, es el relato de cómo la historia se encarna en la vida de una persona y de su combate por la dignidad de todos contado desde dentro.
La lucha por la memoria arroja estos balances en ocasiones. Contra los que quieren convertir el combate por la memoria en asuntos personales, individuales o familiares, la historia que aquí se recoge, nos muestra claramente que hay asuntos que trascienden lo particular. Los campos y la deportación no fueron un millón de casos personales, las víctimas del fascismo no fueron solamente el asunto particular y personal de cuarenta millones de víctimas. Gracias a Benjamín podemos ver que no, que es algo que a todos nos afecta, que tiene que ver con el pasado, pues en el pasado ocurrió, pero que nos ayuda a comprender nuestro presente y a orientar nuestro futuro. Es algo que nos ayuda a comprender que el coste de la libertad y de la defensa de la dignidad es tan terrible a veces como imprescindible asumirlos si no queremos que la civilización sucumba. Esta obra hace justicia al hermano recuperado, pero también a cuantos como él cayeron en aquella lucha.
Benjamín es también nuestro hermano.
Se habían separado cuando él era aún un niño y no acababa de comprender ni que implicaba ni que supondría aquella marcha. Benjamín, su hermano se había ido hacia un oscuro destino. Los acontecimientos se precipitaron y llevaron a todo el país, a la sociedad entera, a cada familia, a cada persona a una espiral de la que no saldrían indemnes. Ya nada volvería a ser igual. Benjamín no volvía, como tantos otros, pero Benjamín era su hermano y eso era algo que impulsó desde lo más profundo el esfuerzo por saber de su suerte, por localizarle, por recuperarle. Al hacerlo en realidad emprendió un camino que le llevó al encuentro de la suerte de toda una generación. Benjamín no era ya sólo su hermano, sino la encarnación de la dignidad, del sufrimiento infligido al cuerpo de la humanidad por las lógicas irracionales y asesinas del fascismo, hijo bastardo del capitalismo y la burguesía en los años aquellos de la guerra mundial. Reconstruir su camino le llevó a Francia, a la ocupación, a la resistencia y deportación de los que cayeron en ella defendiendo la dignidad de la humanidad: no paró su búsqueda cuando ante la vereda se alzaron las alambradas de los campos de concentración y la sombra de las chimeneas de los crematorios. ¿Encontraría al hermano Benjamín, como tantos otros, arrojado a este infierno en la Tierra? De estar en aquel infierno ¿formaría parte de las víctimas, de los miles los deportados que fallecieron recién liberados, en los meses siguientes a la victoria en Europa? Callaron las armas en los frentes pero el eco de la muerte seguía cobrándose víctimas en aquella primavera de 1945. No fue fácil averiguar que había pasado, pero hubo un momento en el que por fin el círculo se cerró y los que habían quedado atrás supieron del hijo, del hermano, marchado un día.
Y así fue cómo empezó este libro. ¿Quién era? ¿Qué brillaba en su corazón? ¿Qué peligros, temores, o más sencillamente que esperanzas e ilusiones le llevaron a salir un día al encuentro de los males de su época, decidido a hacerles frente con su voluntad y su fuerza? Hubo que reconstruir aquella historia íntima, aquella aventura donde la peripecia personal se mezclaba con la historia de Europa.
Pedro A. García Bilbao
Foro por la Memoria de Guadalajara
Federación estatal de Foros por la Memoria
Posted on 2017/11/28
0