Unas notas sobre el Palacio de las Artes, Pza. de Colón, Madrid / Pedro A. García Bilbao

Posted on 2021/09/17

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El Madrid que no pudo ser. Este es el proyecto para un Palacio de las Artes a construir en la Plaza de Colon, junto a la Biblioteca Nacional, entre la plaza y Serrano. Fue diseñado por Antonio Palacios Ramilo, autor del Palacio de Telecomunicaciones en Cibeles (actual ayuntamiento), o Bellas Artes. El proyecto es de 1926. Los detalles de diseño son grandiosos. Un ejemplo más de lo que nunca fue en España.

Palacios pensaba en términos utópicos. Hubiera sido el arquitecto del falansterio perfecto. Mirad el Edificio de Bellas Artes, tenía (y tiene) de todo, salones, restaurantes, piscina, luz natural, un salón de baile de dos plantas, una radio, aulas, estatuas de inspiración clásica. todo hecho en mármol y en granito (era de Porriño) y cristal. Me encanta.

No, los nazis no; Speer diseñaba con unas dimensiones que rompían el canón armónico griego, igual que algún diseño neoclásico «capitalista» como las columnas de Wall Street. Esto es otra cosa. El dibujo es un alzado preliminar y la perspectiva está algo forzada. No es más alto que la torre de Cibeles. La cuestión es la escala. Mira la escala a la derecha, el ancho de la manzana de la plaza son unos 200 metros. No hay más que ir y verlo. El alto máximo es inferior a un tercio del ancho del frontal y es una torre interior, de hecho son terrazas que van retranqueando, no es un muro vertical en la calle. Lo que le caracteriza es precisamente el diseño integral habitable. Si conoces Bellas Artes tienes un buen ejemplo.

Recordemos algo. La España de 1906 fue capaz de construir el sorprendente y maravilloso palacio de Correos y Telégrafos de Cibeles, una obra de arte en sí mismo, 110 años después el ayuntamiento de Madrid es incapaz de construir algo semejante. Los arquitectos y las empresas hoy construyen para usar y tirar.

Son edificios de una época en la que se concebía al ser humano como sujeto colectivo. Las construcciones emblemáticas son centros de celebración cívica y urbana, como los cines, las catedrales del primer tercio del XX. Y algunos de estos proyectos tienen un toque panatenaico. Eso es, están concebidos por su valor de uso público, con un carácter simbólico en su fábrica, no son edificios a la mayor gloria de una figura, son otra cosa.

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