Fosas comunes y crímenes en Ucrania: Banderofascismo / G. Platova (Soviétskaya Rossía)

Posted on 2014/10/03

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Galina Platova Soviétskaya Rossía
Traducido del ruso por Iñigo Aguirre  // Amigos de la RP de Donetsk

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Al retirarse bajo el empuje de los milicianos, los batallones de castigo ucranianos, dejan tras de sí ciudades arrasadas, pueblos asolados y enterramientos masivos de civiles, torturados y asesinados.

Las poblaciones de Nizhnaya Krynka y Kommunar, situadas a 30 km al noreste de Donetsk, estuvieron más de un mes bajo la ocupación de la Guardia Nacional ucraniana. Hacia el día 20, tras encarnizados combates, los milicianos consiguieron expulsar a los “ukros” de esas localidades.

Cuando fueron a desminar la zona, se encontraron con las fosas comunes.

Lo que vieron en la mina “Kommunarka” y en Nizhnaya Krynka impactó incluso a los milicianos más curtidos.

Los cadáveres de personas con evidentes signos de tortura estaban a penas cubiertos por una fina capa de tierra. En una de esas fosas, estaban los cuerpos de varias chicas jóvenes. Habían sido torturadas, violadas, para luego atarlas y fusilarlas. La sangre se confundía entre los trozos de carbón, los cabellos de mujer aparecían entremezclados con la tierra, harapos de ropa… Una de las mujeres estaba embarazada.

En las fosas comunes en Nizhnaya Krynka había decenas de cadáveres de hombres jóvenes, con las manos atadas. Los habían matado, disparándoles en la cabeza con una pistola “Makarov”. Algunos cuerpos aparecen decapitados y no pueden ser identificados. En una de las tumbas había 30 personas, cruelmente torturadas.

¿Quién ha criado a esas “personas” capaces de cometer semejantes atrocidades?

Crímenes semejantes fueron cometidos en esta tierra por los nazis durante la Gran Guerra Patria. Ellos también arrojaban a la gente a las minas después de torturarles. Así fueron ejecutados los miembros de la Joven Guardia en Krasnodón. Pero aquellos eran ocupantes extranjeros. Se les venció y expulsó. Nadie pensaba aquí que el fascismo pudiese regresar.

Transcurridos 70 años, los fascistas vuelven a martirizar el Donbass. En esta ocasión son los suyos, ucranianos, bajo el estandarte del traidor S.Bandera, con los uniformes del ejército ucraniano y azuzados por los ultras de “Praviy Séktor”, del Maidán de Kiev.

Han llegado sin que nadie les llamase, llenos de ira, fuera de sí, desalmados. ¿Qué razón tenían para matar? “Ninguna, iban casa por casa, por los patios, por los huertos donde estábamos trabajando y se llevaban a quien querían. Ninguno regresaba con vida”, nos cuentan los lugareños.

“Es la tarjeta de visita del batallón “Aydar”, financiado por el magnate Kolomoiski, aseguran los milicianos más experimentados. Los habitantes afirman que la Guardia Nacional también tomó parte.

Kiev ya ha comenzado a desmentir la relación de sus tropas de “liberación” con los asesinatos masivos de civiles. Los medios ucranianos, como de costumbre, acusan a Rusia de provocación.

Con lo que no contaban era con que esos “hallazgos” fueron recogidos por los observadores de la OSCE. Fueron los milicianos quienes les llamaron. Los europeos quedaron conmocionados por todo lo visto, pero se mostraron muy cautos en sus conclusiones.

A pesar de los testimonios de los habitantes locales, de que fueron los ocupantes, -así llaman ellos al ejército ucraniano- los responsables de las muertes y torturas, los representantes de la OSCE esperan a hacer los correspondientes análisis y su propia investigación, antes de emitir cualquier dictamen.

La dependencia política de los europeos se lo impide. Son rápidos para acusar a Rusia sin pruebas, pero callan por muy evidente que sea la implicación ucraniana. Pese a todo, los observadores de la OSCE, han enviado sus informes sobre los enterramientos encontrados, a la sede central de la OSCE.

Los eurocomisarios parecen haber comprendido hoy, que les va a tocar redactar un gran número de informes y llevar a cabo sus exámenes periciales.

Las fosas han aparecido en Starobeshevo, Telmanovo y Yenakieva. El primer ministro de la RPD, A. Zajárchenko y el presidente del parlamento de la república, Borís Litvinov, aseguran que aparecerán varias decenas más de fosas.

No todas las fosas pueden ser descubiertas de inmediato. Es imposible presuponer el número de personas que han podido ser asesinadas por los batallones de castigo.

Han llegado incluso a extraer los órganos a la gente. Según relata Zajárchenko, él ha visto, con sus propios ojos, cadáveres con la cavidad torácica abierta, con el vientre rajado, sin órganos internos. ¿Acaso les operaron “a lo vivo”? Los forenses no descartan que la extracción de órganos tuviese lugar durante las torturas. Esa gente no se detiene ante nada.

La mayoría de los muertos es gente joven. Entre ellos hay milicianos que habían caído prisioneros.
¿A quién han estado salvando la vida los “banderofascistas” a costa de las torturas a las gentes del Donbass? ¿O es que han estado haciendo negocio con esas muertes? ¿Sabrán sus familiares a qué se han estado dedicando en el sureste, sus padres, hijos o hermanos?

El poder establecer los nombres de los torturadores, para juzgarlos, como se juzgó a los criminales fascistas en Núremberg, no es una tarea que concierna únicamente al gobierno de la RPD o a los habitantes de la república, sino que es de todos aquellos que aprecian el valor de la paz y la justicia.
Los monstruos de la Guardia Nacional no solo se dedicaron a matar. Estuvieron saqueando, destruyendo las viviendas de los civiles desarmados, las guarderías, los campamentos de pioneros, quemando instituciones, destruyendo los equipamientos básicos, inundando ambos pozos de la mina “Kommunarskaya”. Nadie puede asegurar que se vaya a poder recuperar.

Nizhnaya Krynka, fundada en su día por los cosacos, ha tenido que ver de todo a lo largo de su historia. Pero sus habitantes coinciden en que estos días de ocupación de los ukrofascistas han sido los más terribles y negros de la historia de la localidad.

Aquí se vivía bien en los años 70 del siglo pasado. La población pasaba de los 13 mil habitantes. Había trabajo, había como sacarse un extra, se construían casas, centros cívicos, guarderías, tiendas.

En la Ucrania “nezalezhnaya” (independiente), comenzó la decadencia de Nizhnaya Krynka. Cada vez había menos habitantes. En los últimos años, 600 casas se habían quedado vacías. La gente se marchó en busca de un futuro mejor.

La guerra ha terminado de convertirles en un pueblo fantasma. Parecía casi por completo deshabitado. La vida comenzó a regresar con la llegada de los milicianos. Pero tras la marcha de los nazis, ha sido mucho lo que ha cambiado. No todas las casas pueden ser habitadas. De las que han quedado indemnes, se han llevado todo lo que se podían llevar, las han saqueado. También se han robado todo lo que había en las tiendas.

En las afueras pueden verse los restos de vehículos blindados, las cajas que contenían los proyectiles de fragmentación. Desde aquí, los nazis han estado disparando sobre las poblaciones vecinas, donde viven, según Kiev, los “separatistas”.

Hay que expulsarlos, machacarlos, aniquilarlos. A ello se dedica la Guardia Nacional, cargada con la energía e ideología de Maidán.

Maidán enseño a sus líderes a matar impunemente. ¿Quién ha respondido por el asesinato de los “Berkut” (antidisturbios), que intentaron restablecer el orden en Maidán? Nadie.

Todo lo han tapado. La vicesecretaria de Estado de los EEUU, Victoria Nuland, apareció en persona en Maidán, repartiendo bollos y galletas entre los activistas. ¿Quién después de esa incitación se va a atrever a poner un dedo encima de los maidanistas?

Hasta el momento, ninguno de los responsables de la muerte de los 48 odesitas en el incendio de la casa de los sindicatos ha sido detenido, pese a haber sobradas pruebas de quienes son los culpables.

¿Acaso los asesinatos en masa de población civil del Donbass van a quedar también impunes?

¿Dónde están las organizaciones defensoras de los DD.HH. dónde está Amnistía Internacional, que tan ardientemente defendía a las Pussy Riot? ¿Dónde está HRW, tan preocupada por la “persecución” de los gais rusos? ¿Dónde está el grupo de Helsinki?

¿Por qué no oímos a los políticos europeos, a los Van Rompuy, Ashton o Merkel?

Incluso el Defensor del Pueblo de Rusia, no se ha mostrado valiente, limitándose a unos comentarios bastante parcos.

No ha habido una expresión de ira sincera por las atrocidades cometidas por el ejército ucraniano… ¿Acaso nosotros, los rusos, vamos a permitir que los fascistas del siglo XXI no tengan que responder por la sangre derramada de nuestro pueblo hermano?

http://www.sovross.ru/modules.php?name=News&file=article&sid=598000