Breves: sobre la teoría queer y su uso ideológico contra el feminismo y la izquierda / Pedro A. García Bilbao

Posted on 2020/06/30

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  • NOTA: ESTE ARTÍCULO, ESTA PÁGINA, ESTA SIENDO OBJETO DE UN ATAQUE INFORMÁTICO
  • DESDE HACE VARIOS DIAS SE ESTÁ PRODUCIENDO UNA ENTRADA MASIVA DESDE VARIOS PAÍSES SUIZA, BULGARIA, CANADA, PAISES BAJOS, DEL ORDEN DE UNAS 20.000 PAGINAS VISTAS AL DIA DESDE HACE MÁS DE UNA SEMANA. DESCONOZCO LOS MOTIVOS, PERO ES CLARAMENTE UN ATAQUE A LA PÁGINA
  • Vivimos una batalla ideológica permanente. Y en todos los frentes. La corriente postmoderna tiene por objetivo la demolición de la izquierda de la modernidad: el marxismo, el anarquismo y el pensamiento republicano-radical, es decir, las alternativas al sistema dominante.
  • Cuando digo marxismo incluyo a comunistas y socialistas (que debe quedar alguno) y a cuantos se reclamen y se apoyen en esa aportación.
  • Y en esa batalla de demolición el objetivo ahora es el feminismo. Creen haber acabado con el marxismo, el anarquismo y el radical-republicanismo, quedaba el feminismo que curiosamente era parte del corazón de esas tres corrientes, porque precisaba afrontar clase, poder y derechos civiles
  • Esas tres líneas de la modernidad, lo radical-republicano, el marxismo y el anarquismo son conscientes de las contradicciones de clase y culturales que impiden la libertad y la liberación, si bien ven el camino a seguir con variaciones. En las tres, el feminismo es consustancial.
  • La forma de cargarse el feminismo es la de siempre: vaciándolo de contenido, ignorando su historia, despreciando a sus pionero-as, fijándose en lo superficial y dándole la vuelta, convirtiendo en alienación lo que tendría que ser liberación.
  • La postmodernidad es el instrumento preferido del neoliberalismo dominante para orientar su batalla de destrucción de la izquierda. Incluye el “lo que diga la gente”, “las banderas dividen”, “las categorías izquierda y derecha no sirven ya”, “arriba y abajo”, ¿os suena? Nuestra especie se reproduce de forma sexual. Nuestra expresión biológica como especie es sexuada, con dos sexos diferenciados. Esta sencilla afirmación no es ninguna imposición cultural, es un hecho objetivo, de forma que si al nacer se reconoce al nacido en su morfología física, la asignación de sexo no es ni imposición ni atribución subjetiva, sino sencillamente la constatación de un hecho natural. Sobre nuestra base y existencia biológica construimos nuestra vida y se puede desarrollar nuestra personalidad, en conexión íntima entre expresión biológica y cultural. Son ámbitos distintos, pero necesariamente interconectados, separarlos es pura alienación.
  • Somos nuestro cuerpo. No sólo, claro, pero sin cuerpo no somos. No podemos ser. El cuerpo no es nuestra propiedad, somos nosotros mismos. La idea de que el cuerpo es una realidad ajena a nosotros es una alienación muy peligrosa. Si el cuerpo es algo distinto, se abre paso la idea de que es aceptable venderlo, alquilarlo, alterarlo, o prestarlo, sea porque lo deseemos, o sea porque se nos imponga. Convertir el cuerpo en un objeto suscepctible de compraventa es una necesidad que surgió cuando al final del Antiguo Régimen entró en crisis la esclavitud y se abrió paso el modo de producción capitalista. El contrato reducía las relaciones sociales a simples transacciones de propiedades o derechos sobre ellas a cambio de moneda o servicios, sin lugar para la condición humana. La mercantilización de los cuerpos era imprescindible en el nuevo modo de producción, la vieja esclavitud se veía «modernizada» por las obligaciones contractuales en las que el cuerpo físico era materia de transacción y hasta de reclamación. No, el cuerpo no es una propiedad que tengamos. Somos nosotros, Y ser comprado, vendido, alquilado o utilizado es igual a que se nos compre, venda, alquile o utilice. Trasladar esta concepción del cuerpo como propiedad al feminismo es un ataque en toda regla al concepto mismo de mujer y de ser humano.
  • Es inimaginable pensar en una luchadora feminista de cualquier tendencia (repubicana., marxista o anarquista) exigiendo su derecho a ser prostituta. Hoy lo que nos dicen desde el falso feminismo posmoderno es que no eran “verdaderas” feministas.
  • Hoy, en cierto modo, el feminismo es la penúltima muralla (siempre quedará una más), van a por la idea, a destruirla, a convertirla en algo irreconocible, tanto, que lleven a la desesperación a los que creen en él, y a la alienación total a los que no se enteran que son multitud.
  • Hay alienaciones que sufren las personas que tienen un origen colectivo, relacionadas con la clase, el sistema productivo, la cultura dominante. No es un problema “individual” solamente. Por eso lo radical-republicano es diferente del liberalismo
  • Si la anorexia es una patología que tiene reconocimiento, y que se reconoce independientemente del derecho de toda persona a su imagen y a considerar si debe mejorar su figura, su dieta y su estilo de vida normalmente, en el caso del rechazo personal al propio sexo biológico hay un tabú a discutir las circunstancias en las que tal cuestión puede manifestarse. Y es preciso hacerlo. Callar ante esto es un crimen. Todas las personas están expuestas a sufrir problemas de psicológicos. ¿es necesario afirmalo? ¿hay alguien que no esté expuesto? ¿No puede haberlo sobre la propia imagen o el propio cuerpo?
  • La fuerza de la teoría queer es la cobardía, la estupidez, la traición y el papanatismo en el que anda enfangada la izquierda del régimen. Científicamente no tiene un pase.
  • Dejar que la extrema derecha, a su modo repugnante de siempre, sea la única voz que critique el falso feminismo defendido por los social-liberales y el oportunismo, es un crimen. Ni en eso ni en nada vamos a callar.
  • ¿Hay alguien que se atreva a defender que decir “madre” o “mujer” puede ser discriminatorio y que es preciso usar expresiones neutras? Debe haber alguien, porque se prepara una ley que lo incluye
  •  Lo que ocurre es que se está defendiendo que nuestra realidad biológica, la de una sola especie expresada en dos sexos biológicos y con expresiones culturales construidas partiendo de esa realidad, es algo “impuesto” y “opresor”, y que es la simple voluntad individual y la autopercepción  la que tiene derecho a definir el propio género. Se llega al extremo de considerar la dualidad masculino/femenino de nuestra realidad biológica como especie como algo opresivo, rechazable, defendiéndose un sistema abierto y fluido basado en la idea de que puede haber tantos géneros como personas, incluso cambiantes sucesivas veces
  • La cuestión de la conexión sexo con género es interpretada de una forma muy particular. La concreción biológica de la especie es cuestionada, afirmándose que asignar socialmente género en el nacimiento a partir de la expresión biológica observable es algo “impuesto” y “opresivo”; no se trata ya de la definición cultural concreta de género, con su juego de contenidos, normas, representaciones, expectativas o valoraciones sociales, sino cuestionar la conexión biológica con la cultural, defendiendo el predominio de esta sobre la otra. Es por ello que denunciamos como “idealismo” extremo esta posición, pues niega la conexión con la realidad física.
  • Al defenderse ese predominio de lo subjetivo se hace además sin límites relacionados con la edad o la madurez psicológica, dejando completamente de lado, ignorando, que puede haber circunstancias ambientales (sociales) que puedan presionar más allá de los límites a las personas haciendo creer que no hay otras soluciones o proporcionando ambientes tóxicos, De esta forma, bastaría la opinión de un menor sobre su identidad de género para que pudiera tener acceso a cirugía o tratamiento hormonal sin una valoración externa que pueda contemplar todas las posibilidades. En este falso debate quedan en situación de extrema vulnerabilidad todos los menores implicados, incluidos los que puedan sufrir disforia de sexo propiamente dicha. Se trata de la negación de la conexión entre biología y cultura hacia un absoluto predomino de lo ideológico subjetivo.
  • Se afirma lo obvio, que el género es una construcción cultural. Obvio: es una categoría cultural que implica categorizar a partir de características comunes, una de las acepciones, y un juego de contenidos en forma de normas, reglas, expectativas y roles de conducta y sociales, Lo que pasa es que esa construcción cultural tiene una conexión con la realidad física. Y negar esa conexión, que no es biunívoca ni determinante en grado absoluto, es lo que convierte toda esta propuesta ideológica en absurda y alienante.
  • No queda esto en una cuestión conceptual, sino con expresiones concretas,  con casos de personas con expresión biológica masculina completa que se autodeterminan como mujeres que consideran ser objeto de discriminación no poder usar los servicios para mujeres, competir en deporte en sus categorías o que se denomine madre o mujer al “progenitor gestante” que les hace de “vientre subrogado”
  • Otra característica es la negación de los debates y avances del pasado, el más absoluto revisionismo del pasado feminista, de las aportaciones en este campo. Se desconoce que fue hace ya 90 años cuando en España se lograron avances a nivel mundial en temas de igualdad de derechos y no discriminación. Todo eso ha sido borrado del mapa.
  • España, 1931. La homosexualidad era delito, estaba en el código penal, como en Inglaterra o Alemania. Los republicanos defienden que eso es un atentado a la intimidad de las personas y a sus derechos civiles y sociales. Y se sacó del Codigo Penal con Álvaro de Albornoz, ministro. Dicho de otra forma: estas cuestiones deben abordarse como relacionadas como relacionadas con la igualdad de derechos de las personas y su universalidad, no por una “ideología de género” de contenidos y desarrollos cuestionables.
  • Con Álvaro de Albornoz y luego con el anarquista García Oliver, el código penal y el civil se reformaron en favor de la plena igualdad de derechos, quitando los artículos que se basaban en los “delitos de las mujeres”, era de justicia, de universalidad de derechos. 90 años hace.
  • O dicho de forma, que no se trata de hacer propaganda de nada, de decir que esto es bueno o malo, deseable o moderno. No. Nada de eso. Se trataba de otra cosa. Como persona usted tiene derecho a vivir su propia vida sin meterse con nadie y siendo respetado. Derechos civiles. Y eso incluye la visibilidad de uno mismo, el derecho a vivir abiertamente siendo quien se es, eso es un derecho civil. Lo que es ya delirante es criticar a García Lorca por no haber sido lo bastante «gay» en su vida pública, cuando lo que el artista veía deseable era poder vivir con normalidad y con intimidad como hacía todo el mundo, en una sociedad comprensiva, tolerante y respetuosa.
  • El tratamiento de Álvaro de Albornoz en 1931 a la cuestión de la homosexualidad era que estas cosas son personales, íntimas y deben ser objeto de respeto sin que nadie tenga que ir dando explicaciones de nada ni pidiendo perdón. No es identidad. Son derechos civiles.
  • Tenemos el derecho a vivir nuestras vidas con respeto a nuestra intimidad y sentimientos, sin tener que ir dando explicaciones, y con la obligación de no hacer daño a los demás. La República defiende los derechos individuales y las obligaciones colectivas. No va de identidades.
  • Esta gente ha llegado a poner por escrito que Rosa Luxemburgo, Alexandra Kollontai o Enma Goldman fueron traidoras al feminismo y que eran machistas. Ya vale de reírles las gracias.
  • La prostitución es una forma cruel de alienación y explotación, es una industria que consume vidas y cuerpos de forma espantosa. Nada tiene que ver con que una persona se relacione con otras de la forma que le parezca. si es un negocio, estamos hablando de otra cosa.
  • Recomiendo este video de Shangay Lily donde en clave de humor denuncia lo que llama GAYPITALISMO. Shangay Lily tenía un detalle, era roja perdida. «Llegamos nosotras y convertimos el capitalismo en algo fashion». Ver al final del texto.
  • Marx, no solo él, se empleó a fondo contra el idealismo por la distorsión alienante de la realidad que genera. Ese concepto de idealismo poco tiene que ver con lo la gente entiende usualmente como tal. Decía que los conceptos que definen la realidad deben estar relacionados con ella. El idealismo partía de la ˝realidad˝ del concepto como algo del mismo peso o incluso superior al de la realidad, incluso como algo previo a ella.
  • Si consideras que los conceptos que definen la realidad deben estar relacionados con ella y buscas la conexión basándote en ella y de forma dialéctica, lo que haces no es “idealismo”, se llama materialismo dialéctico. La actual polémica procede de una idea que se impone a las evidencias de la realidad, que afirma que la intención lo es todo, el sentimiento, la emoción, la voluntad individual es lo que determina e incluso puede corregir la realidad física, es puro idealismo del peor tipo.
  • La teoría queer asumida por Podemos, por Izquierda Unida y por el PCE ——que ya les vale —— , que inspira sus propuestas legales últimas es pura ideología neoliberal, un desarrollo anti-materialista, que destruirá el feminismo y generará una tremenda alienación colectiva.
  • Se está negando nuestra propia existencia biológica. Desconectar lo que somos de nuestro cuerpo es la puerta a la esquizofrenia colectiva total. Lo humano es la interacción profunda de lo biológico con lo cultural, separarlo es acientífico, ideológico y alienante.
  • Cómo echo de menos las aportaciones de Shangay Lily . Era una drag queen enorme, una persona con sus ideas y comprometida, artivista decía, era roja, pero roja, muy roja. habría sabido matizar muy bien y parar en seco a estxs progrxs de pacotilla.
  • Los niños y las niñas, la infancia, tienen derechos. No son propiedad de nadie. Lo que hay es responsabilidad hacia ellos, la de proteger su vida, su salud, su dignidad, su conciencia que es algo que se construye poco a poco. Esa responsabilidad es familiar y colectiva.
  • El género es una imposición, dicen, y creen haber descubierto el Mediterráneo. Y el lenguaje, y la sociedad en la que naces. Y no por ello no puedes cambiar y enriquecer tu vida con otras perspectivas. La vida misma que nos dan es la principal imposición.
  • Puedo respetar académicamente la teoría queer y entrar al debate académico con ella. Pero políticamente hablando, desde una posición feminista, de izquierda o republicana ya lo digo, no tiene defensa por sus muchas contradicciones, el origen de su extensión y desarrollo, lo endeble de sus argumentos y lo alienante de sus efectos. Ni se atreven al debate político.
  • ¿Sabéis lo que pasa con esto del género? Que traducen mal del inglés donde la palabra tiene otros sentidos. En castellano género es un conjunto de personas o cosas que comparten características comunes. Por eso se habla del “género” en una tienda, etc. O del género humano.
  • Definición de posmodernidad: «donde todo vale, nada sirve».
  • En el mundo real, donde existe dominación porque la sociedad no es simétrica en relaciones de poder ni status ni acceso a recursos entre sus miembros, las mujeres son objeto de formas específicas de explotación por su condición biológica. Ejemplo: como úteros subrogados.

Video de gran interés en el que Shangay Lily hace una crítica al «gay-pitalismo», en el marco de una obra musical en su local.

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