
Tras los Acuerdos de Minsk, la tregua impuesta, el destierro de Strelkov, las presiones sobre Zajarchenko, el atentado a Gubarev y la noticia de que la Royal Dutch Shell ha comenzado sus trabajos de fracking en el Donbas ocupado, es hora ya de hacer algunas reflexiones…
- Moscú no puede vencer los planes norteamericanos —léase la elite anglo-sionista mundial— sin entrar en contradicción con su interés de clase como oligarcas rusos: es imposible, pues el sistema de sanciones y de vetar el acceso a sus cuentas y propiedades en occidente genera tales contradicciones en la elite de poder rusa que en la práctica les impide reaccionar adecuadamente, poniéndoles de rodillas ante los planes norteamericanos.
- Rusia podría resistir, pues el país cuenta con la fuerza, la identidad, la memoria histórica y los recursos materiales para hacerlo, pero para ello sus elites dirigentes tendrían que tomar medidas que afectarían a su posición de clase en el sistema ruso y en el internacional que, como vemos, no están dispuestos a tomar; por el contrario, los anglosionistas, no tienen esa contradicción interna, todo lo contrario, su propio interés como sostén de la Hiperclase globalista les lleva necesariamente a mantener el desafío hasta el final.
- En ciertos medios rusos se expone la posición de la dirección rusa como un núcleo central que defiende una posición soberanista pero en cuyo alrededor hay dos fuertes corrientes pro-liberales, las así llamadas quinta y sexta columnas. A.Duguin ha empleado profusamente esta formulación tomada de la experiencia de la Guerra Civil Española como él mismo ha explicado, pero en cualquier caso la formulación se ha extendido.
- La quinta columna estaría compuesta por los miembros de la sociedad civil (ONGs participadas por intereses norteamericanos), ejecutivos de empresas (prensa, radio, bancos, financieros), algunos cargos públicos, académicos y miembros diversos de la intelligentsia, en cierto modo alejados de los centros del poder real pero muy influyentes.
- La sexta columna se sitúa en el entorno del poder, la compondrían aquellos dirigentes, cargos públicos, miembros del aparato del estado a alto nivel, del poder económico en situaciones de poder efectivo ligadas al actual gobierno, que se sienten muy cercanos e identificados con la posición y planes de la elite anglonorteamericana, cuyos valores «liberales» y de «libre empresa» comparten. Medvediev representaría está posición según algunos analistas rusos.
- El núcleo representado por el presidente Putin defiende en la práctica un viraje nacionalista, defensor de la soberanía propia sobre el país, su recursos y su autonomía para tomar decisiones en defensa de su interés nacional. Representa en realidad una «tercera posición», es decir, ni sería un grupo títere como el que gobernó el país en la época de Yeltsin (la quinta columna), ni un grupo cínico ligado al poder y dispuesto a mantenerse en él aceptando acompasar su acción a los objetivos de la elite globalista anglonorteamericana (la sexta columna).
- La posición de la presidencia rusa —representada por V. Putin— en su discurso en el Foro internacional de debate Valdai (en Sochi, octubre 2014) demuestra un buen conocimiento del tipo de tensiones que se afrontan y expone una voluntad de defender la soberanía e independencia de actuación rusa en el contexto internacional, pero parece cifrar sus fortalezas en aspectos circunstanciales, pues de nada sirven la milicia, la capacidad potencial de un país, su base material y tecnológica, si la fibra moral se rompe y la elite está dividida entre la defensa de sus intereses como clase y las exigencias políticas que implicaría hacer frente al desafío de clase planteado por la elite mundialista.
- Si en el plano de la confrontación light con los anglonorteamericanos, lo que Putin representa permite ofrecer algún balance positivo —sobre todo en comparación con la etapa anterior a él—, podemos observar perfectamente lo que puede dar de sí su modelo social y político en la línea de influencia seguida en Donetsk y Lugansk, donde tras fluir cierta ayuda humanitaria y militar imprescindible, se observa el pulso por vaciar de contenido social las nuevas repúblicas y despojarlas de su aspecto antioligárquico y popular.
- El conflicto surge porque el objetivo de la elite rusa dominante —el núcleo del gobierno Putin— está intentando mantener un equilibrio entre su soberanía política y control sobre su territorio y recursos respecto de la lógica de dominación global de la elite anglosionista (es decir, mantener control local en medio de una lógica que lo impide).
- Por debajo del plano geopolítico y por encima de la realidad, en el escenario del día a día de los ciudadanos rusos, lo que se vive es un capitalismo descarnado, una gran precariedad en los sistemas de salud, educación, seguridad social, con salarios muy bajos, precios altos y especulación, deterioro de la seguridad pública y graves desequilibrios territoriales. Con todo, dado el desastre que supusieron los años 90, la actual situación supone una mejora, pero no basta. La situación social en Rusia no permite decir que la línea soberanista de su gobierno implique reformas estructurales que aumenten la seguridad y el nivel de vida de los ciudadanos.
- La principal tesis de este trabajo consiste en que para hacer frente a los desafíos que le plantean a Rusia los escenarios geopolíticos globales, pero también sus problemas sociales internos, la elite rusa realmente existente y su gobierno deberían tomar decisiones que van en contra de su propia posición de clase en la estructura social rusa. Los anglosionistas conocen esa contradicción y actúan con ventaja.
- Como tesis secundaria exponemos que en las condiciones de capitalismo global con un grupo firmemente asentado en su núcleo y capaz de proyectarse en todo el planeta, cualquier intento de conseguir ciertos grados de autonomía implica enfrentamiento, mayor cuanto más fuerte sea la pretensión o la necesidad de esa autonomía —por ejemplo para poder participar de la explotación de los recursos de su área territorial de referencia o influencia—. El llamado capitalismo multipolar es, pues, más una pretensión generadora de conflictos, más que una realidad asentada.
- Por anglosionistas denominamos en este análisis al grupo de poder global dominante que tiene su base de poder territorial y militar en los Estados Unidos y tiene su centro originariamente en los lazos históricos y sociales de las oligarquías anglonorteamericanas, con ramificaciones hacia otros antiguas metrópolis centrales en Europa o centros de poder financiero en distintas zonas del mundo.
- El concepto se construye con dos elementos que deben ser explicados: uno) ) el referente «anglo» tiene que ver con la conexión norteamericano-británica en el plano de sus elites dirigentes, con nexos de amplio espectro (familiares o de sangre en algunos casos, políticas, económico financieras, militares, sinergías de empresas) facilitadas o impulsadas por el interés de clase compartido fruto de la globalización financiera. dos) el referente «sionista» que tiene que ver con la interconexión de los grupos de poder económico y financiero que mantienen lazos de diferente tipo con Israel. No se trata tanto de una denominación sobre el origen étnico sino de la orientación como grupo o lobby de intereses económicos y políticos. Gran parte de este referente —sionista— lo componen personas que no son ni israelíes ni comparten religión u origen entre ellos, pero que sí se sienten identificados con los intereses del lobby pro-israelí en Estados Unidos, Inglaterra y otros países. El término hace referencia por tanto a una «ideología» y no a un origen étnico. Por otra parte, tanto Estados Unidos como Israel son los dos estados que en el momento actual se encuentran en mejor posición para poder mantener sus respectivas esferas de soberanía.
- Las elites anglosajonas de manos lados del atlántico han ido evolucionando de ser elites nacionales, extremo de los estados industriales y/o colonialistas que comenzaron o acabaron las dos guerras mundiales del siglo XX en posición de ventaja, a ser la base ejecutiva de una Hiperclase compuesta por individuos que constituyen la fracción más poderosa económicamente y situada, en razón de su poder y alcance —que no de su origen étnico— , en posición capaz de influir de forma determinante en las políticas del estado más poderoso hasta el momento, Estados Unidos.
- El resultado de la línea de ataque anglosionista en el actual contexto geoestratégico —pues trasciende a Estados Unidos— es que la contradicción y la lucha interna se instala en Moscú, entre los que ya han optado por venderse y los que no acaban de encontrar el momento para tener que reconocer que el capitalismo mundial multipolar es inviable.
- Recuperar Crimea en este contexto fue un espejismo, una ilusión, más facilitada por los planes de contingencia del GRU —de cuando se hacían bien las cosas en el GRU— para dar seguridad al despliegue militar en la península, que a una jugada política de largo alcance impulsada por la dirección rusa.
- Si comparamos lo que denota el golpe maidanita en Kiev, con la liberación de Crimea, veremos que la derrota estratégica al perder Ucrania como aliado es de tal magnitud que todo palidece. El fracaso de los servicios rusos (todos ellos) en Kiev es tan gigantesco que asusta sacar consecuencias. O fue un fracaso, o fue algo peor. En cualquier caso, lo de Crimea no supone nada mas que un episodio en un enfrentamiento que se está perdiendo.
- Rusia no llegó tarde al socialismo —en realidad fueron los únicos que lograron llegar, con errores y aciertos pero lograron romper con lo anterior y emprender el camino—, a donde ha llegado tarde es al capitalismo y es por eso que su elite actual no va a ser capaz de conseguir ocupar un espacio entre la elite globalista sin tener que pagar el peaje exigido, que no es otro que renunciar a su base territorial de poder —su país y su acceso y control a sus fuentes de energía y materias primas— .
- Obcecarse en mantener la disputa por la pretensión de un capitalismo multipolar, conduce necesariamente al enfrentamiento intercapitalista —como en 14-18—, lo que dadas las condiciones de los actores, potencias nucleares, y sus contradicciones de clase internas, lleva a una deriva del conflicto a los modos de guerra 2.0, a los que estamos asistiendo en el Maidan, en Hong Kong y otras manifestaciones «naranja».
- Los intentos de desarrollar una hipotética línea de respuesta rusa en base a estrategias parecidas en campo occidental —movilizando la respuesta social fruto del descontento— no tiene futuro, pues la Rusia actual no representa un modelo social alternativo ni siquiera en el plano de la ilusión o la esperanza. Su única baza de lograr ciertas simpatías está entre quienes rechazan la dominación norteamericana, pero aquí operan las contradicciones de clase de nuevo, pues no basta con oponerse a los excesos de Washington en lo político militar, pues la clave del poder global consiste en el dominio de sus estructuras financieras y militares que facilitan el control y saqueo global: la Organización Mundial de Comercio, el FMI, los tratados de libre comercio diversos, el Banco Mundial, la OTAN en el plano estratégico; entidades éstas ante las que Rusia lo que hace es mostrar su desencanto por no ser invitada a la mesa en pie de igualdad, sin comprender que habiendo llegado tarde al capitalismo su puesto sólo puede ser secundario. Rusia por otra parte, esta olvidando el profundo desprecio, rayano en el racismo, que lo eslavo genera en las elites anglosionistas y por motivos anidados en la historia cultural en buena parte de las clases dirigentes europeas.
- Para poder combatir en la guerra 2.0 que se plantea hoy en día se precisa un modelo social alternativo, pero no solamente alternativo en cuanto a la cuestión de los valores en la tensión postmodernidad-tradición, sino fundamentalmente en cuanto al modelo social derivado del modo de producción. En la tensión postmodernidad -tradición se unen a lo más reaccionario. Y en lo social no quieren dar la batalla pues renunciaron hace mucho a ella: por renunciar, renunciaron a la Unión Soviética, a la que destruyeron desde dentro.
- Las contradicciones y la naturaleza dialéctica de la realidad tienen no obstante su propia lógica. Y ha bastado un golpe de estado en Kiev y la aparición de símbolos nazis en las calles de Ucrania para que el mundo eslavo saltase. La resistencia popular en el Donbas prendió con fuerza gracias a la memoria histórica de la lucha de los pueblos de la URSS y su guerra contra el fascismo. El peso de lo tradicional en la identidad rusa se ha mezclado de nuevo con los valores antifascistas y un movimiento popular de resistencia se alzó en la región que se creía más derrotada y humillada del espacio postsovietico. La llama en el Donbas brilló con fuerza cuando nadie esperaba que pudiera brillar de nuevo, luchando juntos patriotas rusos con antifascistas frente al fascismo ucraniano en un combate que ha estremecido tanto el alma rusa, como cuantos en el mundo entero respetan a Rusia por su papel en la guerra contra el fascismo
- Si la Rusia actual abandonase finalmente Novorossia a los oligarcas y a las mafias, la izquierda mundial —la que quede— abominará de la Rusia post-perestroika todavía más de lo que ya lo hace. En los meses de la acción valiente de Crimea y de la lucha heroica en el Donbas han sido muchos los que en todo el mundo han mirado a Moscú en busca de alguna señal de que se iba apoyar a la resistencia antifascista y antioligárquica, aunque solamente fuese como acto de autodefensa por parte de Moscú ante el desafio globalista. Si finalmente les traicionan el coste moral y de prestigio será definitivo.
- El apoyo de la izquierda no ha sido buscado, sino que es una consecuencia colateral del carácter de lucha de clases abierta que se ha dado en el Donbas, donde Rusia se ha visto obligada a prestar alguna asistencia que impidiera el genocidio a manos de los fascistas ucranianos.
- Cuando decimos izquierda, nos referimos lógicamente a la que ha expresado su apoyo a la lucha popular en el Donbas, pues resulta muy difícil considerar «izquierda» a quienes han preferido callar o directamente han sido cómplices de la agresión y el golpe de estado en Kiev.
- La degradación de la izquierda como fuerza social y activa políticamente es muy intensa, sus estructuras se encuentran sumidas en el colapso o en la confusión, cuando no literalmente corrompidas, los partidos socialistas ya desde 1914 y los comunistas al menos desde la línea de fractura de 1956; los cambios sociales sufridos en Europa con los sistemas de welfare state, basados en la elevación del nivel de vida de la población trabajadora y la obtención de paz social cooptando desde el poder a los sindicatos están en la base de la sociedad post-industrial y los profundos cambios de valores resultantes. El suicidio de la URSS en 1989-93 marcó un cambio global brutal, en el que los equilibrios de la guerra fría rotos llevaron a la elite capitalista occidental —eso que estamos llamando los anglo-sionistas— a la suspensión del pacto social (forzado) que dio origen al welfare state y con ello a la aparición descarnada de un poder global ya sin oposición sistémica alguna. En la actualidad todo el sistema se encuentra en peligro por el agotamiento de los recursos naturales que sustentan el modo de producción, y ello está causando una carrera por la dominación territorial en la forma de control y acceso a los recursos, sin que exista espacio en el sistema global para espacios administrados autónomamente a partir de cierto nivel.
- Sistema de dominación global, capitalismo globalizado, elites dominantes con base territorial en el área anglo-norteamericana, Hiperclase global parasitaria y agotamiento de recursos y canibalización de los restantes, en medio de una crisis de cambio climático y picos de la energía y materias primas, son los factores que conforman el marco actual de la lucha de clases. Ante este panorama la respuesta de la izquierda occidental mayoritaria es negar la existencia de la lucha de clases y renunciar a desarrollar políticas alternativas al modo de producción. La izquierda eslava es, por su parte, un peón fuera de juego, y que en la crisis de Novorossia, tanto en Ucrania como en Rusia, ha demostrado tanto impotencia como falta de autonomía política real respecto del poder dominante en su país.
- Los nuevos movimientos ciudadanos en el mundo occidental no son tanto movimientos de resistencia como muestras del descontento de las clases medias en precario y en trance de marginalización, conducidas a un maidan permanente que no cuestiona la base del sistema y se obstina en creer que es posible volver a restaurar el viejo orden del welfare state.
- Los movimientos occidentales basados en la iconografía y mensajes emanados de las fundaciones del partido demócrata norteamericano, la propaganda an.cap (anarco capitalista) y las diversas redes de injerencia ideológica, están consiguiendo romper los lazos de la memoria histórica que unen las luchas del pasado con las del presente, desideologizar las luchas y conflictos y negar la tensión izquierda y derecha, aislando a los militantes —o a los sencillos ciudadanos que se consideran identificados con los valores de la izquierda— de las masas que sufren en primer lugar la precarización. Del seno de esta nueva «izquierda» que se niega a sí misma son cooptadas voces de supuestos intelectuales que destruyen las palabras y vacían de contenido los conceptos de forma que la alienación de las masas llegue al propio lenguaje, impidiendo así poner nombre a las cosas e identificar los fenómenos.
- Si a Rusia, por su parte, ni remotamente se le ocurre pretender incidir en la reconstrucción de espacios de izquierda anti-imperialista —habría que disculparse por exponer esta idea como hipótesis—, no significa que esté renunciando a intervenir de alguna forma. Curiosamente, muestra de la gran confusión moral y política de las sociedades en descomposición, se han estimulado desde Moscú, algunos lazos con los grupos de extrema derecha que son más —supuestamente— antinorteamericanos que antirusos. Y así, algunas facciones del poder en Rusia han buscado la simpatía y apoyo de facciones de la extrema derecha europea—los lepenistas en Francia, los nazis del MSR en España, o los grupúsculos euroasianistas. Esta linea de trabajo les permitirá sencillamente unir al fracaso el descrédito más absoluto.
- La propuesta euroasianista es técnicamente hablando una propuesta reaccionaria asimilable a lo peor de lo peor del mundo occidental y que además, no permite en modo alguno resolver la contradicción principal que se plantea en términos de clase. Los ataques euroasianistas a la Ilustración, a la herencia de 1789, su odio profundo a la República democrática-popular de 1793, a la universalidad de los derechos humanos —algo basado en el hecho de la que la realidad social es una construcción social en todas las culturas—, son iguales en intensidad que los de las posiciones reaccionarias. El euroasianismo se basa en la pretensión de una supuesta cuarta posición tras el hipotético «fracaso» tradicionalismo, fascismo, liberalismo y comunismo; esa cuarta posición se alimenta de la idea de que la identidad nacional rusa basada en la religión, tradición y factores geopolíticos determinantes constituye el camino para solucionar la herencia maldita de la Ilustración, entendida como eurocentrismo occidental indeseable.
- El eurasianismo como pretendida ideología de la construcción nacional rusa que busca lograr arrendar una parcela de soberanía en el escenario mundial, es la prueba palpable de que Rusia ha llegado tarde al capitalismo y al fascismo, intentándolo ahora de forma tan burlesca como trágica.
- Huttington y su guerra de civilizaciones planteaba cínicamente este enfrentamiento, pues sabia que tal construcción —lo de las «civilizaciones enfrentadas», era ideológica y por tanto, falsa, Alexander Duguin lo plantea en serio, lo que demuestra el grado de degeneración de la inteligentsia rusa, que oscila entre el alquiler de saldo a los globalistas y la repetición como farsa y con 75 años de retraso del fenómeno fascista y de las revoluciones reaccionarias en Europa Occidental de la época de entreguerras (rexistas en Bélgica, Croix de feu en Francia, CruzFlechados en Hungría, Requetés y Falangistas en España).
- La elite globalista mundial ofrece a la elite rusa una salida en términos de clase, como no podía ser de otra manera:, en el mejor de los casos les propone la cooptación a un puñado de miembros de la elite rusa como meritorios de la nueva Hiperclase global, pero solamente a los muy muy ricos, y la entrega del país al saqueo globalista, donde ciertamente habría necesidad de algunos capataces más o menos recompensables en función de sus logros y renuncias.
- La estructura de poder rusa que logró expulsar a los capataces occidentales de la era de Yeltsin y frenar a los oligarcas de entonces, había intentado con cierto éxito hasta hoy, retomar el control de su territorio. La ilusión de los integrantes de esta estructura —básicamente los servicios de seguridad tanto civiles como militares y sinergías diversas con el lobby militar industrial— de que bastaría con neutralizar a los peones rusos de los anglo-sionistas para retomar el control de su base territorial de poder, está camino de reventar en pedazos al entrar en contradicción con la realidad de la lucha de clases a nivel mundial. Rusia es, por su tamaño, influencia y recursos, tan enorme que una línea de actuación basada en la defensa de su soberanía estratégica entra en colisión con el poder global; su pretensión es absurda sino va acompañada de un cuestionamiento del modo de producción.
- Suponer que el bloque anglosionista iba a consentir una alianza ruso-alemana o ruso-europea que le diera viabilidad a un espacio de desarrollo compartido Rusia-Europa era olvidar que una acción de ese tipo exigiría una soberanía europea inexistente, ni en términos de la Unión, ni en términos de estados miembro. La penetración atlántica en Europa es ya sistémica. Si en los viejos estados europeos, extremo de largas y antiguas tradiciones nacionales, con una base cultural, industrial, económica y política muy fuertes y con un nivel de desarrollo elevado, si en esos estados no hay espacio ya para la soberanía ante el bloque de poder atlántista, ¿de donde saca la elite rusa que su estado iba a lograrlo sin enfrentamiento? Un enfrentamiento que ellos, por otra parte no están dispuestos a establecer.
- El capitalismo mundial multipolar tuvo su época, la que reventó en 1914. En 2014, la globalización de las elites y el capital es de tal magnitud y tan nula la resistencia seria, que la pretensión de la elite rusa de intentar forzar una situación de multipolaridad está condenada al fracaso.
- Zbigniew Brezinsky ha planteado las cosas crudamente; a diferencia de los partidarios de la perestroika y sus herederos actuales, Brezinsky sabe pensar en términos de contradicción de clase y sabe perfectamente que la oligarquía rusa realmente existente tiene sus caudales en el extranjero, sus familias y sus inversiones y que para desbaratar la pretensión de soberanía sobre el territorio y los recursos basta con presionar a su elite, dándoles a escoger entre su interés como clase y su ilusión soberanista, pues en un mundo globalizado, con una disputa brutal por los recursos naturales no hay posibilidad ninguna de mantener ambas salvo que se produzca en términos de lucha antiimperialista seria. No hay espacio para las burguesías nacionales en el siglo XXI. Sólo puede haber soberanía si se plantea en términos de ruptura con el capitalismo realmente existente, el de la globalización anglosionista —el núcleo principal—; esta ruptura no tiene porque darse de golpe ni forzada, sino que se presenta en términos de análisis científico de los procesos sociales y de conflicto como una consecuencia lógica de seguir un camino u otro: pretender la soberanía sobre los propios recursos y territorio lleva al enfrentamiento y la ruptura si se desea lograr el objetivo. Es así. Lo impone la lógica de las relaciones y equilibrios de poder en el mundo actual.
- Las pretensiones de los BRIC, en la medida que no cuestionan, —es que ni se lo plantean—, el modelo capitalista dominante y su modo de producción están condenadas al fracaso. Los esfuerzos de los BRIC pueden generar ruido y molestias, pero al no romper con el sistema capitalista, del que se declaran partidarios, y temerosos de sus equilibrios internos —muy frágiles—, se puede afirmar que van camino de ninguna parte hasta su propia implosión más pronto o más tarde, dado lo desequilibrado de su estructura de clases interna.
- La pretensión de lograr la multipolaridad capitalista mundial que decía defender Rusia ha entrado en crisis en cuanto ha querido regresar al tablero mundial al ver las jugadas del contrincante en casillas vecinas a su territorio. Ucrania ha sido una derrota, Crimea no es un paliativo, y Novorossia está siendo sacrificada precisamente por las contradicciones de clase que han aflorado en Moscú.
- La deriva de la situación en el Donbas / Novorossia muestra claramente la renuncia de Moscú a la victoria y al enfrentamiento. El hecho es que la Royal Dutch Shell ha iniciado ya las tareas para el fracking en el Donbas ocupado, los golpistas de Kiev son ya un gobierno aceptado internacionalmente sin reservas, la tregua impuesta en Novorossia ha puesto de rodillas a la resistencia y lleva camino de entregar su sueño novorruso a un triste final a manos de mafias auspiciadas por los oligarcas locales con amistades en Kiev y Moscú.
- Afirmar que el destino de Rusia se jugaba en el Donbas era algo más que una frase, era una afirmación basada en una realidad, pues una derrota novorrusa sería la prueba de que en Moscú no había voluntad de lucha. La opción de la entrega miserable de los combatientes y las esperanzas novorrusas, es una variable de la derrota y augura un maidan moscovita en el que, finalmente, la elite globalista mundial presionaría para situar un títere en el Kremlin. Este verano, la heroica lucha de los milicianos del Donbas fue el elemento clave que forzó las cosas e impidió que el guión aplicado en Kiev se estrenase en Moscú. La imposición de los Acuerdos de Minsk y la tregua impuesta les están poniendo en Novorossia de rodillas de nuevo, arrojándolos a la destrucción, pero esta vez a manos de sus aliados. Triste espectáculo el de los servicios rusos, tan eficaces ahora para reconducir la situación en el Donbas, como inútiles e impotentes ante el golpe en Kiev.
- La lucha del Donbas no ha sido funcional a los intereses estratégicos de la elite rusa, se han visto obligados a intervenir para impedir el espectáculo del asesinato masivo de la población del Donbas a manos de la extrema derecha ucraniana, pero el sueño de un Donbas libre de oligarcas y con un estado soberano y comprometido con los derechos sociales y de los trabajadores en suelo eslavo era algo completamente incompatible con el status quo post-soviético. Solamente en la medida en que en Moscú pudiera haber alguna facción consciente de las contradicciones en juego y que su sentido patriótico les lleve a hacer frente al desafío que tienen ante sí, habría alguna posibilidad de resistencia; y digo patriótico porque ya sabemos que salvo por abajo, por arriba, ya no hay nadie capaz de pensar en términos de clase.
- Un camino desesperado —y tal vez no improbable— sería pasar de febrero a octubre en Novorossia. ¿Imposible? La insurrección del Donbass en Marzo, fue «febrero«, para lograr la victoria solamente puede tomar el control, que las unidades milicianas tomen el control político de Donetsk y Lugansk y se cree un Consejo Militar Revolucionario que suspenda las elecciones próximas —que buscan ser una pantalla para abandonar la lucha—, y se declare dispuesto a resistir hasta el final. Esta salida sería desesperada, sin duda, y representaría el equivalente a un nuevo «Octubre»; de producirse obligaría a Moscú a mostrar sus cartas ante su propia población y tal vez ayudara a que si realmente existe un pulso de poder entre las torres del Kremlin, la lucha se decantara por el lado más patriótico y popular —mucho suponer es, no obstante, que esta «torre» exista. Vasily Záitsev en Stalingrado lo planteó así: «Tal vez estemos condenados, pero por el momento seguimos siendo los amos y señores de nuestra tierra». En Novorossia hay combatientes de sobra que estarían de acuerdo con Záitsev, pero sin duda falta dirección política y eso que algunos analistas rusos denominan la inquebrantable moral de victoria de los bolcheviques.
- La pretensión rusa de lograr un capitalismo multipolar con una Rusia unida bajo una ideología nacionalista basada en la manipulación del sentimiento patriótico, la religión ortodoxa y mitos eslavos diversos está siendo contestada por la realidad del enfrentamiento, planteado en términos de lucha de clases, a nivel global. La realidad es que a la elite rusa se les permitiría controlar a su población como deseen, siempre y cuando renuncien a su soberanía sobre el territorio y los recursos, que renuncien a su base física de poder, es decir, a su país. Esta es la naturaleza del desafío. Se equivoca Putin si piensa que el Gran Patriarca tiene respuesta en sus libros sagrados. No hay suficiente incienso en las catedrales del Kremlin para enmascarar esa realidad.
ciroreed
2014/10/13
Muy buen análisis camaradas.
dedona
2014/10/15
Gracias,
franco lisi
2014/10/13
Le reconozco la honestidad intelectual en sus convicciones y la actualidad de la temática planteada en el contexto del debate de la izquierda a nivel global. Sin perjuicio de ello cabe señalar algunas objeciones:
Rusia es parte del bloque asiático y esto seguirá creciendo, la integración económica y política con China y otros países es un hecho, (ver los indicadores económicos globales). Los Brics no son una ilusión, existen en la realidad y expresan esa multipolaridad, existe un interesante comercio entre estos países. Para Europa, Rusia es la entrada al bloque asiático y probablemente no tendrá alternativas, ya que la crisis del bloque atlántico entre USA y Europa es irreversible (ver que pasa con los tratados de libre comercio que perjudican a Europa). La crisis actual (como hiato) entre USA- EUROPA es una cuestión que no está suficientemente estudiada.
El artículo de referencia es marcadamente eurocentrista, con ello no pretendo despreciar los aportes de Europa occidental, han sido extraordinarios, conquistas antropológicas hoy desmantelada o en proceso. Pero al momento Europa no es ningún modelo a seguir.
Es pura nostalgia la del socialismo realmente existente. Rusia mediante una revolución y contrarrevolución se instaló en el mundo del capital globalizado y por supuesto pretende su reconocimiento. Se trata de un hecho objetivo y Putin de alguna forma lo expresa, será por ello que gana todas las elecciones. La política rusa en el este de ucrania es una consecuencia de lo anterior.
El camino para aquellos que pensamos que la contradicción fundamental es entre capital y trabajo, las disputas entre los diferentes bloques globales son un terreno de lucha, donde deberán experimentar las organizaciones independientes sociales, sindicales etc. El Estado es el capital decía Marx, es cierto que luego vino Keynes y su éxito y fracaso, pero invocar la lucha por la Soberanía de los Estados en la globalización, cuando ambas están en todas partes en crisis y han sido utilizadas para la explotación del trabajo, obliga a reflexionar sobre la nueva estructura capitalista mundial.
dedona
2014/10/13
recuerde lo que decimos de los Bric. «Las pretensiones de los BRIC, en la medida que no cuestionan, —es que ni se lo plantean—, el modelo capitalista dominante y su modo de producción están condenadas al fracaso. Los esfuerzos de los BRIC pueden generar ruido y molestias, pero al no romper con el sistema capitalista, del que se declaran partidarios, y temerosos de sus equilibrios internos —muy frágiles—, se puede afirmar que van camino de ninguna parte hasta su propia implosión más pronto o más tarde, dado lo desequilibrado de su estructura de clases interna».
Enhoramala
2014/10/14
franco lisi, muy interesante y muy inteligente tu aportación.
Pero creo que se debe destacar esto: usted no es un socialista a diferencia del autor, y aunque nos sugiere que el Estado no va a desaparecer pues se trata de la asociación más necesaria de la historia, y que también piensa que en la eliminación del poder privado será el Estado en quien recae el ser la «clase» dominante.
Pero, escuche también esto: póngase en la lógica del capitalismo, porque este aspira a controlar tanta riqueza como sea posible y no podemos pensar en la coexistencia de dos o más capitalismos pues les implica renunciar a su identidad.
Ahora bien, si se prosigue la lucha y el uno o el otro vence implicará necesariamente el final de la posibilidad de una alternativa al sistema que es indolente a la clase trabajadora, verdadero portador objetivo del poder productivo, por lo tanto económico y por lo tanto político. En capitalismo esto no se reconoce y por ejemplo un lugar como Ucrania estaría condenada para siempre a lo que se ha visto desde 20 años atrás: la aparición de gente sin techo, que «de facto» no existe, y que no se le reconoce su legítimo derecho más preciado: el trabajo, porque en capitalismo se define quién trabaja y para quién, entre muchos otros problemas. Una tragedia que los indolentes no ven. No me refiero a usted pero analice.
Por cierto, pienso que se debe apoyar el colectivismo como verdadero y único garante de la democracia, por lo que pongo en el primer párrafo.
¡El triunfo individual es importante pero el triunfo colectivo es HERÓICO!
histoireetsociete
2014/10/14
Este texto es una vergüenza, su autor Saker es un fascista… antisemitas… publicar antifascista indigno cosas, esto es una mierda y el contrabando.
dedona
2014/10/14
lo de «sionista» hace referencia a una ideología, no a un grupo étnico, exactamente igual que el término «anglo», así que no se precipite en sus conclusiones. Mire el punto siguiente:
«El concepto se construye con dos elementos que deben ser explicados: uno) ) el referente «anglo» tiene que ver con la conexión norteamericano-británica en el plano de sus elites dirigentes, con nexos de amplio espectro (familiares o de sangre en algunos casos, políticas, económico financieras, militares, sinergías de empresas) facilitadas o impulsadas por el interés de clase compartido fruto de la globalización financiera. dos) el referente «sionista» que tiene que ver con la interconexión de los grupos de poder económico y financiero que mantienen lazos de diferente tipo con Israel. No se trata tanto de una denominación sobre el origen étnico sino de la orientación como grupo o lobby de intereses económicos y políticos. Gran parte de este referente —sionista— lo componen personas que no son ni israelíes ni comparten religión u origen entre ellos, pero que sí se sienten identificados con los intereses del lobby pro-israelí en Estados Unidos, Inglaterra y otros países. El término hace referencia por tanto a una «ideología» y no a un origen étnico. Por otra parte, tanto Estados Unidos como Israel son los dos estados que en el momento actual se encuentran en mejor posición para poder mantener sus respectivas esferas de soberanía.»
histoireetsociete
2014/10/14
Este tipo es de la banda a Soral y Dieudonné, sus excusas son sorrdides y ridículos no quiero más pensar hablar de esta mierda aquí no sostengo a los nazis y encuentro extraordinario que los antifascistas sean bastante tontos para no ver con el que están en relación a menos que hagan parte de la misma chusma.. soy communista…
histoireetsociete
2014/10/14
http://histoireetsociete.wordpress.com/2014/10/13/the-saker-sexplique-sur-son-emploi-du-terme-anglo-sioniste-et-cest-pas-triste/
DarkTemplar
2014/10/14
Me parece un poco imparcial, al decir q Rusia debe renunciar a sus propios intereses??, que el capitalismo occidental es mejor.
Sres. Rusia y China son economias hibridas por la tanto exitosas el capitalismo nunca lo fue es una forma parasita de vivir a costa de los demas…
Lo siento pero el articulo no cuadra en el contexto actual con China a la cabeza, mas parece una exigencia a Rusia en pedirle q desista…!!
dedona
2014/10/14
El artículo no dice nada de eso. Lo que afirma es que en el sistema de dominación global hay un núcleo hegemónico, el norteamericano, y que los demás —los Bric— pretenden cierto grado de autonomía frente a él, lo que por la lógica de la lucha de clases global es imposible de conseguir sin cuestionar el modo de producción capitalista. Es decir que la pretensión rusa de dominar sus propios recursos solamente es posible si se atreven a cuestionar el sistema capitalista dominante, cosa que no quieren hacer.
dedona
2014/10/15
quien lo dice es Zbigniew Brezinsky, quien se jacta además de que no se van a atrever a oponerse porque «les ha cogido la talla»
franco lisi
2014/10/15
Estimado amigo ENHORAMALA:
El Estado debe desaparecer y dar lugar a una sociedad comunitaria de los productores, es decir, una sociedad NO capitalista de los trabajadores liberados de la explotación, también llamada comunismo. En ese caso no ya no serían trabajadores sino hombres libres. Ahora bien, ¿como se llega a ello?. Este es un viejo debate en la izquierda. Creo que solo la lucha de clases dirá cual es el camino. Seguramente no es con un Estado autoritario. Lenin escribió sobre ello pero han pasado casi 100 años y estamos en otro mundo que nos obliga a nuevas reformulaciones, sobre todo a resignificar las palabras con las cuales en otros tiempos tuvimos nuestros afectos. Lenguaje y realidad se modifican con el tiempo. En fin, fue un gusto intercambiar ideas con Ud.
Diputada Sonia López
2014/10/15
Valoro sus aportes y notoria preocupación Sr. Dedona (o el firmante del artículo) pero no me gustan los análisis deterministas, que rayan con el positivismo ciertamente dogmático, porque nos impiden ver la riqueza de matices y complejidad del mundo actual. Y le explico por qué. Debemos pensar este momento mundial en términos históricos, y la Historia no comenzó ciertamente en 1914 que es su referencia más antigua. Con esto no digo que no podamos opinar si no presentamos 5 tomos de la Historia de la Humanidad. Pero Usted no puede hablar como si no existiera crisis del Capitalismo y como si no existiera lucha antimperialista en el mundo. Por cierto, debo recordarle que el planeta es un poco más grande que Norteamérica, Europa y Rusia, y todo el análisis internacional que se plantea sea sitúa allí sin integra una mirada más global que nos permita analizar procesos de construcción de autonomía frente al imperialismo que han logrado niveles de consolidación continental, como es el caso Latinoamericano. Su mundo está en Europa presionada por la sumisión a EEUU y sus guerras con Rusia. Por suerte Rusia entiende que el mundo está un poco más grande y por ello coordina todo lo que puede con China, India, Sudáfrica, Siria, Brasil y Latinoamerica. No comparto la idea de que nada sirve si no se tiene una definición anticapitalista. Es deseable que así sea, nos ahorraríamos décadas y siglos de sangre y guerras. Pero el socialismo tuvo sus tropiezos propios de los primeros años de caminata (un siglo no es nada) y nuestras construcciones aun presentan claras dificultades, sin embargo hemos asistido estos años a una fabulosa reconstrucción del paradigma antimperialista en un momento crucial de crisis del imperialismo norteamericano, ello debe usted analizar, si no lo hace parece poco factible que sea objetivo su análisis. Debemos tener presente que EEUU atraviesa una etapa por la que pasaron todos los imperios, si no puede detenerse en su expansión colonial por no poder readecuar su depredación de recursos en un modo de consumo más sustentable con la convivencia, debe lanzarse a más conquista y, como bien sabemos, nadie pudo y nadie podrá abrazar el mundo entero con un solo cuerpo que obedezca a un solo cerebro. Todos los imperios que intentaron estos implosionaron. Rusia resiste este escenario de más conquista, a su modo, no es el deseable por nosotros, pero usted le pide a esta Rusia lo que le hubiera pedido a la URSS. Considero su analisis muy valioso pero más bien ingenuo y desesperado. Yo debería contradecirlo en varios puntos: 1) La postura de resistencia a las ordenes de EEUU, de China, Rusia, los otros Brics, así como de Latinoamerica es una buena noticia para los revolucionarios, para los marxistas y leninistas, aún si esa resistencia lo hacen manteniendo las relaciones de producción capitalistas dentro de sus países. ¿Esto es contraictorio? Sí que lo es, está en los revolucionarios saber explotar esas contradicciones para construir paradigmas socialistas y de superación del capitalismo en cada país y comunidad. Pero la unipolaridad pretendida por EEUU resultó un lindo sueño yanqui. Con lo cual si la multilateralidad es la consigna que rechaza la unipolaridad en términos del debate de las naciones no veo por qué debamos considerarlo una pavada. 2) Crimea no es una cosa menor, desde el punto de vista geoestratégico no veo como Usted pueda afirmar ello con seriedad de análisis. Tiene gran importancia militar y siempre lo ha tenido, hay que consultar un poco la historia de la peninsulo, es una cuestion de supervivencia para Rusia, parece poco importante, pero para cualquiera que gobierne Rusia, es y será elemental esa peninsula. 3) Europa refleja la decadencia del capitalismo y la renovada necesidad de recurrir a la bestia del fascismo para controlar esa crisis por medio del primitivismo de las guerras de destrucción. Ya no es el centro del mundo, ahora es el patio trasero que EEUU perdió (aunque no totalmente) en America Latina, y eso no es culpa de Rusia ni del mundo eslavo, haganse cargo de este problema los revolucionarios europeos y no pretendar hablar como si todos los ciudadanos del mundo vivieramos en Europa y fueramos responsables de esta vergüenza. America Latina se hizo cargo de sus vergüenzas y trata de plantear otra visión de convivencia mundial. Rusia es consciente de su desastre y trata de levantar la cabeza en ese mundo de contradicciones que le quedó luego del derrumbe. Ese atisbo de dignidad tambien es una buena noticia. El error está en nosotros al sobreestimar el asunto y analizar las cosas como si estuviéramos nuevamente frente a la URSS. 4) El Dombas es extraordinario, alli el tiempo parece que no pasó y están frescos lo mejor del sentimiento y la vivencia soviética como lo mejor que les pasó, es tierra de héroes y se retroalimentan con el llamado «mundo ruso». Es una lástima que demos en su análisis como cerrado y derrotado este proceso, no lo creo así. Rusia esta incomoda con este pueblo díscolo de su mundo Ruso, no es el primer pueblo que le exige definiciones, debe aunque no lo planeó recuperar hegemonia en el espacio postsovietico, ello implica guerras y para eso necesita tiempo y depuración. La política rusa es muy enredada y conspirativa, poco sabemos y entendemos de ella, lo que es incorrecto es subestimar de ese modo este extraordinario proceso de pocos años de reconstrucción después del desastre de los 90 y solo atribuirlo a una liberalidad de occidente, no es tan poderosos occidente ni tan simple el complejo mundo eslavo. Novorossia y Rusia comparten la tragedia de tener intereses distintos en este momento, y el manejo de este problema no es facil. Por eso sostengo que no hay que culpar tanto al operador ruso que presiona para bajar los desibeles revolucionarios de Novorossia, como debemos sí responsabilizar a los dirigentes novorusos que no se deciden a hacer lo que le corresponde a sus propios intereses. Eso me preocupa más, sea como sea Rusia no podrá librarse de ayudarlos de alguna manera, pero no pueden pretender una venia de Rusia para un objetivo que no es el de Rusia. Novorossia debe construir su propio objetivo y llevarlo adelante hasta el fin o no hacerlo, pero es su decisión y es su pueblo el que pone la sangre. Y eso debemos entender. 5) Usted no debe perder la esperanza, el capitalismo ya no es todo poderoso, está en crisis y como animal rapaz herido es más peligroso que nunca, pero hace muchas décadas que no aparecen como ahora tantos ensayos de los pueblos del mundo por construir su propia experiencia social, economica y democrática, Saludos
dedona
2014/10/15
se agradecen, y valoran sus aportaciones. El artículo pretende exponer el terreno y la lógica que opera en él, es decir, señalar los obstáculos existentes a vencer. El punto 1º, por ejemplo: Moscú no puede vencer los planes norteamericanos sin entrar en contradicción con su interés de clase como oligarcas rusos:
¿está usted de acuerdo?
Diputada Sonia López
2014/10/15
Sí y No. Es decir: hay algo que es muy fuerte allí y es la cultura de «la madre Rusia», o lo que es lo mismo «la Patria». El interés nacional de la patria rusa pesa bastante más en ciertos momentos de riesgo que el interés particular de una clase acomodada. Hay oligarcas que se someten a ese interés ya sea por comprensión del origen de su riqueza y del deseo de continuidad de la acumulación, o por miedo al pueblo o por miedo a quienes pueden terminar con sus privilegios y, en cambio, hay oligarcas que se han unido con el imperialismo abiertamente sellando su suerte a una estrategia de desintegración de Rusia, estos ultimos por su rufianidad e irrespeto con «la madre Rusia» han perdido total consideración popular o politica interna, pero conspiran y tienen mucho dinero disponible. Su pregunta solo se puede responder si sabemos lo que tiene en la cabeza Putín y ciertamente el unico que creo que lo sabe es Fidel quien habló con él 2 horas hace poco, después solo su almohada sabe que piensa Putin. Putín en sí mismo no es un oligarca, viene de la estructura burocrática de inteligencia de la URSS y juntó los pedazos que dejo el alcohólico de Yelsin, encausó la situación y recuperó todas las empresas estrategicas saqueadas dejando mayoria estatal de sus acciones. Blaqueó una situación que ya se veía en los 60 o 70 en la URSS, en algun punto se desvió el camino de la transición al socialismo y se consolidó un modelo muy parecido al «Estado de Benestar capitalista» pero sin blanquear la silenciosa acumulación del capital que sea hacia desde una oligarqui nueva en formación que después en los 90 blanquearon ferozmente lo que habian comenzado en la osuridad decadas antes. Putín blanquea eso poniendo leyes, regulaciones, corre a los más badidos y a los mafiosos y deja a los «empresarios» legalizarse. comienza de nuevo. ¿Hacia donde? no sabemos, pero lo cierto es que sí creo que puede enfrentar y vencer los planes norteamericanos, y que eso dejará nuevas contradicciones abiertas que no estoy tan segura que no sean buscadas por algunos de los inquilinos del Kremlin, después de todo un pueblo bajo amenaza de guerra cierra filas y aleja del medio todo aquello que lo ponga en peligro. Asi es que debemos evaluar los hechos más que especular con las intenciones y en el terreno de los hechos Rusia se está parando como mejor puede frente a la locura Occidental del Imperialismo.
GRACO
2014/10/15
Me llama la atención cómo la crítica a este artículo -hasta el momento- no logra ceñirse, por un lado, a la coincidencia o a la desaprobación puntual de alguno de sus 29 puntos, o a las conclusiones generales, por el otro, que hacen de él una crítica legítima de la actual estrategia del Kremlin. Es decir, me llama la atención la falta de concreción y cierta inquietud que anida en las respuestas, a propósito de la puesta en cuestión de que, a lo peor, la consideración de la Rusia actual como una suerte sobrevenida de baza estratégica de la izquierda mundial frente al imperialismo del bloque anglosajón no resulte tan evidente como contradicción secundaria intercapitalista útil para la izquierda.
Cuando Dedona, por ejemplo, contesta a las observaciones generales de la comentarista Sonia López, diputada de Corrientes (Argentina) por el partido comunista -si no tengo entendido mal- subrayando la contradicción que revela el carácter de clase (capitalista y oligárquico) del comando político de Rusia, respecto a su exigencia de un mundo multipolar, en el marco de la actual fase imperialista hegemonizada por el bloque anglosajon, se responde con un !sí y no” en el que prevalece un subjetivismo nacional-patriótico frente al análisis concreto y de clase que se infiere de la pregunta. Lo que resulta poco o nada dialéctico y materialista, independientemente de lo valioso de algunas de sus observaciones.
El intento de lograr un mundo multipolar en el marco del propio capitalismo devino en el pasado en la primera y segunda guerra mundiales, y no se ve que un tercer intento vaya a tener resultados diferentes. Un mundo multipolar sólo se me antoja posible, como hipótesis de trabajo, en el marco del socialismo.
En relación al eurocentrismo de la izquierda en este lado del Atlántico, vale para cierta “izquierda” académica y pedante, pero empieza a ser un “latiguillo” con cierto tufo reaccionario que niega el internacionalismo y el materialismo histórico. ¡Sólo faltaría exigir certificaciones de nacionalidad para poder entender en asuntos que conciernen a la humanidad en su conjunto!
En mi opinión, no van a ser las contradicciones intercapitalistas entre el bloque anglosajón y los BRICs quienes saquen las castañas del fuego a la izquierda mundial. Ese camino, creo, conduce a una nueva derrota. La izquierda, en fin, no debe renunciar a la iniciativa, aunque ello le produzca un cierto escalofrío. El miedo es muy humano. Es una manifestación de alerta.
Diputada Sonia López
2014/10/15
Sr. Graco, nunca pretendí desvalorizar los aportes y enfoques del autor de la nota ni responder cada punto, solo me limité a señalar algunas cuestiones que me parece se deben tener presente para una análisis verdaderamente político e internacional. Soy efectivamente del Partido Comunista de la Argentina de una provincia del nordeste llamada Corrientes y si Usted considera que mi crítica a la visión eurocentrista de la politica revolucionaria es pedante, latiguillo o reaccionario lo lamento mucho realmente, porque lo que está ocurriendo con Usted es justamente lo que critico, creer que hay una sola mirada o forma de ver la revolución socialista nos ha llevado a los comunistas latinoamericanos a tomar decisiones correctas para Europa pero incompatibles para nuestro continente mestizo, negro e indo- latino- americano y a no incorporar en bastas regiones un enfoque clraro sobre los procesos de liberación nacional contra el imperialismo. Dicho esto aclaro algo: cuando señalo el Eurocentrismo quería enfocar la ausencia de ESPERANZA en el planteo, la revolución necesita esperanza par alimentarse de objetivos claros y de métodos certeros. Sin ella no se conforma el factor subjetivo, sin fe y convicción en la necesidad y posibilidad del cambio social nada se puede hacer que intervenga con seriedad en la realidad y subvertirla. Acá, en Latinoamerica sentimos esperanza y si lo digo lo hago sin ánimo de pedantería, mas bien con actitud internacionalista y de compromiso, muchos errores hemos tenido que atravesar y seguramente muchos nos esperan, pero ello nos estimula a sostener nuestra opinión con honestidad intelectual Sr. Graco y sin descalificaciones. ¿Ahora resulta que si no opinamos con la dispersión y el pesimismo de la izquierda europea y más bien lo hacemos desde una experiencia propia «no somos internacionalistas»? Reitero el planteo: el mundo es más grande y tiene lugar para la esperanza, el imperialismo no es todo poderoso y es el principal enemigo de la humanidad. Tan solo por ello, por una postura antifascista y antimperialista es que el Donbass merece apoyo y respeto, eso es una revolución, puede ser victoriosa o puede resultar derrotada, pero es un proceso de crisis revolucionaria que conmueve a los pueblos eslavos del espacio postsoviético. La URSS ya no está, eso parecen olvidar algunos análisis, pensar en Rusia hoy es más complejo que la frase «la oligarquía rusa traiciona el Donbass». El problema de fondo es que siendo un mismo pueblo (el ruso) tienen distinto desafío, y sus intereses no coinciden, y esa es la tragedia. El Kremlin no hizo un compromiso de apoyo que ahora traicionan, nunca quisieron esto, no trabajaron para una revolución novorusa, esa revolución le pertenese al pueblo novoruso y no tiene su centro en Moscú, aunque pueden ser aliados. El Dombass es una periferia que reclama su centro, y el centro no le responde porque ya no se pensaba eje de esa periferia. Tal vez esté gastando palabras pero veo tanto reduccionismo e irrespeto por la complejidad postsoviética que me alarma. Y la ultima cosa, de una obviedad absoluta: el multilateralismo no es un fin en sí mismo, es un mecanismo de relaciones internacionales autónomas de la plataforma hegemónica mundial (EEUU_UE_OTAM), el hecho de que nos lleve a una guerra posiblemente, segun los antecedentes históricos de sus ensayos capitalistas, no es prueba de su inutilidad o incorrección, sino más bien de que es un sistema de relaciones que perjudica el orden mundial colonizado y homogéneo que pretende la hegemonía imperialista. Decir que no sirve sin socialismo, es una verdad de perogrullo, que si es necesario lo debemos recordar y repetir, pero mientras los procesos de revolución social y construcción y transición al socialismo se desarrollan con lentitud, derrotas, reapariciones, diversidad y dificultades, mientras todo eso, el imperialismo se quiere llevar puesto al planeta si no accedemos a su saqueo desenfrenado. Por lo cual despreciar un grito de dignidad o libertad o soberanía de un país que se integra a otro en esa epopeya y a muchos otros, por el hecho de que no han avanzado en sus proceso de destrucción de las relaciones de producción capitalista en su ceno o por el hecho de no sostener una claridad socialista, me parece inhumano e irresponsable. Todo atisbo de disgnidad y esperanza para los pueblos es un asunto serio para los revolucionarios, y si no coincidimos en esto realmente hemos gastado palabras, tiempo y espacio en este respetable espacio virtual. Saludos a Ud también..
dedona
2014/10/15
Debo intervenir, si me permiten…
Por favor, por favor, compañera, estamos intentando analizar las cosas lo más objetivamente posible desde un punto e vista marxista, dialéctico.
¿Consideramos que la lógica de la lucha de clases es determinante en los procesos sociales? Algunos así lo consideramos, por variados motivos, uno de ellos es que los datos de la realidad lo avalan.
En el caso del Donbass hay un claro conflicto de intereses entre Rusia —su gobierno y núcleos de poder— y los insurgentes novorrusos, al menos con aquellos que consideraron parte de su lucha expulsar a los oligarcas, nacionalizar las empresas, no pagar la deuda extrema ucraniana que les tocase, suspender todos los contratos con las multinacionales del Fracking, desarmar y encarcelar a los sicarios de los oligarcas, crear un ejército popular de milicias y plantar cara con las armas a los fascistas ucranianos y a quienes les utilizan. Este sencillo programa «eurocéntrico» es lo más parecido a un estallido revolucionario en Europa desde hace mucho tiempo.
Y este programa no es coincidente en modo alguno con los intereses del grupo dominante en Moscú. No obstante esto, existen otros factores que han obligado a Moscú a ayudar de diversas formas a los insurgentes., es mas, sin la ayuda rusa habrian sucumbido en la ofensiva de agosto.
El factor nacional, el factor estratégico, el factor opinión pública, la división en facciones de la propia dirección rusa, la necesidad de defenderse, variadas motivaciones llevaron a proporcionar esa ayuda. Tratar esto en términos de blanco o negro, o con prejuicios y al margen de los datos no es nada dialéctico precisamente. El gobierno ruso afortunadamente ayudó en unos momentos clave.
Pero igualmente podemos afirmar que ahora está intentando frenar todo avance y facilitar un retorno al status quo postsoviético en la zona apoyando a los sectores más opuestos a ese programa político que vimos en el inicio de la rebelión. Esto es un dato objetivo.
Lo que afirmamos en el artículo es que para VENCER en el desafío que plantea EE.UU y su bloque de apoyos, la dirección rusa debería estar dispuesta a tomar decisiones que entran en colisión con su interés de clase y no parece que lo estén. Por ejemplo: apoyando a la facción revolucionaria en Novorosia, lo que obviamente no hacen —evitar que les masacren ha sido una cosa, pero eso no basta,evidentemente—. ¿Por qué? Porque va contra su interés de clase. ¿Está usted de acuerdo con esta afirmación?
EE.UU tiene también opinión, claro. La han expresado perfectamente; Zbigniew Brezinsky se ha jactado públicamente de que les tiene atrapados por esa contradicción.
Du Sapo
2014/10/15
Vamos que al final el autor reconoce los que decíamos que tras las Repúblicas Populares estaba la basura oligárquica de Moscú estábamos en lo cierto, aunque eso sí en su momento se nos tildó de fascistas.
dedona
2014/10/15
Me temo que su comprension lectora es preocupante. La mejor prueba de que el Moscu realmente existente no estaba detras de las RP es que les han frenado y quieren traicionarles.
Du Sapo
2014/10/15
La mejor prueba es que los han usado como marionetas. Y una vez usados los tiran a la basura, como un juguete viejo. Esa es la mejor prueba. Lo de Gubarev es tremendo.
dedona
2014/10/15
Aclárese, o están detrás o los han utilizado. Los insurgentes tienen su propia agenda, que ahora haya quien se la quiera cambiar o anular no significa que esté detrás, que es lo que usted con suficiencia afirmaba…
franco lisi
2014/10/15
DIFERENCIAS ACTUALES CON LA CRISIS DE 1930: OTRO CAPITALISMO
El colapso del mercado mundial en los treinta:
Las diferencias en la caída de las economías actual, con respecto a los treinta, son notorias. A comienzos de 1933 la producción industrial en EUA se había desplomado un 50% y el PBI el 30%; en Alemania la producción industrial había retrocedido también el 50%; en Francia el 30% y en Gran Bretaña el 20%. Y el mercado mundial había colapsado.
Empecemos destacando que a partir de la crisis financiera de 1931, iniciada en el centro de Europa, y la consiguiente salida de Gran Bretaña del patrón oro, el mercado mundial se desarticuló. Hablar de desarticulación del mercado mundial no es una metáfora, porque el mercado literalmente se fracturó. Se formaron varias áreas monetarias –del franco, la libra esterlina, el marco alemán, el dólar, relativamente autónomas, y los intercambios multilaterales se hicieron imposibles. Los países levantaron barreras arancelarias por doquier, se embarcaron en devaluaciones competitivas, y volcaron sus economías “hacia adentro o autarquía”. Las tensiones entre los gobiernos aumentaron.
Un hecho característico es que en los treinta el capital estaba poco internacionalizado. Más precisamente, la circulación de mercancías tenía alcances mundiales, pero la producción era nacional centrada. Las grandes corporaciones no invertían en otros países adelantados, donde estaban sus competidoras. La empresa multinacional, como la conocemos hoy, era un fenómeno prácticamente desconocido.
El comercio mundial hoy:
El mundo entró en la crisis (2008) con un grado de internacionalización del capital muy superior al que existía previamente (década del 30), que es el resultado de una tendencia estructural, de largo plazo, que no se ha revertido. La gran caída del comercio mundial que se registró en 2009, no ocurrió porque estuviera operando una tendencia hacia adentro o autarquica, sino por el hecho mismo de que la economía está más internacionalizada, por lo que no se descarta una estabilización o ligero repunte.
Límites del capitalismo hoy:
Se desplazó de lo nacional a lo global. En las condiciones actuales el capital no es compatible con una democracia igualitaria y progresiva. El límite del capitalismo se revela por la extensión de su dominio, por el hecho de haber subsumido el planeta.
El constitucionalismo moderno y el mundo de la vida chocan de manera irreductible. Por tanto esta relación está en crisis, al menos por dos razones, que van más allá de la crisis del Estado de derecho: la primera es que el dinero ha superado el trabajo; la segunda es que la técnica ha superado la vida. El dinero ha superado el trabajo: el beneficio o renta financiera se separa de manera abismal del trabajo. La técnica ha superado la vida: no se asiste ya simplemente al robo del plustrabajo por parte del capital-constante, se asiste paralelamente a la apropiación de los saberes de la fuerza de trabajo (violencia del comando tecnológico).
La violencia del capitalismo postindustrial es intransitiva en la relación capital-trabajo.
dedona
2014/10/16
Es decir, que moscu esta salvandole el culo a los golpistas de kiev, prefiere que estos sigan siempre y cuando no muerdan, antes que su derrota a manos de una sublevacion popular salida del donbass
Le pido que vea los articulos anteriores: punto de inflexion y una llama en el donbass
? No ve que no estamos acusando a moscu de hacer mucho sino de hacer poco?
? No ve que no discutimos esos objetivos que compartimos sino que nos atrevemos a señalar algunas contradicciones a resolver?
Diputada Sonia López
2014/10/16
Efectivamente, estmado Dedona, comparto la visión de que “la lógica de la lucha de clases es determinante en los procesos sociales”, pero esa lucha no se da en un contexto de escala exclusivamente comunitaria “patron-obrero, burgués-trabajador, oligarca-excluido, terrateniente-peón de campo, etc”, existe esta contradicción de clases en lucha inmersa en una escala mayor y global que podríamos llamarlo “opresores-oprimidos” por decirlo de alguna manera, y en esa gran escala entran países enteros y bloques reionales de países, hay potencias opresoras de otros países oprimidos y dependientes. El Dombass es una zona rica pero dependiente y perteneciente a la periferia oprimida de los paises de Europa del Este. Desde la caida de la URSS esos paises fueron devorados uno a uno por la integración imperial occidental. Ucrania era el ultimo bocado necesario y terminó siendo el limite, la línea roja o la alarma para quienes en Rusia consideran su soberanía importante y a defender. Sobre la defensa de la soberanía de Rusia coinciden sectores revolucionarios y obreros, con otros conservadores, empresarios, y hasta enemigos en términos estrictamente de clases con los anteriores. Es por supuesto una contradicción viviente y siempre que la soberanía de un país es agredida por una política colonia en el seno del debate nacional actuarán los sectores avanzados de la izquierda revolucionaria que impulsarán cambios sociales profundos como unico reaseguro de la soberanía y como ejercicio humanista de esa soberanía que se defiende, y estarán los sectores de la burguesía que pretenderán defender sus intereses internos sumando a sus oponentes internos para batallar con el enemigo externo. Estas categorías más complejas de la lucha de clases fueron detalladamente atendidas y desarrolladas por Lenin en su enfoque “Imperialismo etapa superior del Capitalismo” y el proceso de la Revolución de Octubre, tuvo que dar respuesta a la herencia institucional del viejo imperio de los zares. No son categorías extrañas al pensamiento y a la acción marxista leninista. En todo caso entendamos el problema de Novorussia – Rusia, no es solamente que Rusia no tenía en su agenda promover ni apoyar una revolución social en el sureste de Ucrania por un importante componente de clase oligarca en su cúpula de gobierno y economía de reconstrucción, sino que además Rusia quiera a Ucrania entera, necesita que toda junta cambie su régimen de eurointegración nazifascista. Por eso nunca reconoció los referéndum de las repúblicas del Donbass ni tampoco la independencia de Novorussia. Rusia quiere adentro de Ucrania a Novorussia y eso es inaceptable a esta altura por los combatientes y por los pueblos del sureste. Este es el problema para mi más importante, el problema geopolítico. Por otra parte Rusia está tratando de ganar tiempo, sabe que ya hay decisiones tomadas por parte de EEUU y sus aliados más cercanos de iniciar una guerra prolongada para destrozar Rusia y dejar a China sola y a merced de la supremacía militar atlantista, ese es el plan. Para afrontar este desfío se necesita estirar lo mas posible el tiempo para dos cosas: 1- Lograr una plataforma de retaguardia productiva-económica-financiera que permita resistir al pueblo ruso la guerra económica que ya empezaron, cosa que solo se puede lograr en un proceso de integración acelerada con China, los Brics, Iran, Siria y America Latina y, 2- Reforzar y recrear sus capacidades militares y su complejo militar industrial con la nueva hipótesis de conflicto mundial. En este esquema de desafíos e intereses de Rusia lo de Novorussia debe ser controlado y sometido a esos intereses. Por el contrario, es tarea de los Novorussos hacer centro en sus propios intereses que es concretar su revolución y sacar de su territorio el escenario de esta gran batalla mundial que puede terminar destrozando su pueblo y su ya debilitada ingraestructura. A esto me refiero con la gran tragedia, por un lado Rusia necesita “controlar” a los revolucionarios de Novorussia para que le ayuden a ganar tiempo y recuperar toda Ucrania provocando el deterioro y el fracaso de la Junta. Por otro lado Novorrussia necesita apoyo de Rusia para seguir combatiendo y lograr su independencia y los objetivos sociales de su revolución. Es un desencuentro, que no es solo de clases, que no es solo lucha de clases, sino que también es supervivencia de estos dos pueblos hermanos agredidos por el imperialismo. La lógica indica que el grande se impone al pequeño pero la historia de las revoluciones ha subvertido hasta la lógica. Creo sinceramente que la irreverencia novorussa a tocado cuerdas sensibles y que ha despertado a Rusia de su letargo conciliador con “sus socios de occidente” creo que estos revolucionarios han revivido la memoria soviética y han actualizado en la agenda el debate que nunca se dio de frente ¿Qué pasó con la URRS? ¿Qué hicimos con “nuestro imperio”? ¿Cómo dejamos que pase esto? Novorussia necesita a Rusia tanto como esta necesitó este estallido para despertar. ¿Qué resultará de todo esto? No sabemos, lo único que creo debemos centrarnos es en que el Donbass debe sobrevivir y recuperar autonomía en sus decisiones, es el único camino, solo así podrán lograr sus objetivos e incidir en el gran debate de los pueblos eslavos. El liderazgo está en crisis y en la solución de ella se juegan enormes procesos futuros. Creo eso. Espero haber respondido su pregunta. Le dejo un saludo.
George
2014/10/16
Felicidades por este articulo !
Aqui hay otra fuente «hermana» que se complementa muy bien con la informacion que presentas.
Es imprescindible conocer la importancia de los DEG (derechos especiales de giro) la prolongacion del sistema FIAT , que se nos vende como el RESEST AUTENTICO, vis a vis, de los pactos FMI-BIS, con los paises emergentes BRICS, China y Rusia estando de lleno en el ajo G20.
http://philosophyofmetrics.com/
GRACO
2014/10/16
Entre los muchos asuntos aludidos en este foro, tengo particular interés en comentar lo relativo a los BRICs, pues ahora parece que el futuro de la humanidad pasa por los BRICs. Con los BRICs ocurre lo mismo que con Rusia respecto a Ucrania: desde de capitalismo sólo se pueden dar respuestas capitalistas.
Yo no tengo duda de que una gran alianza de los países emergentes puede abrir un horizonte de sucesos distinto del que padecemos respecto a la hegemonía anglosajona, que efectivamente ha convertido a Europa en otro patio trasero de los USA, pero tengo serias dudas de que, con estas mimbres (los BRICs), se puede hacer un cesto distinto a los que de ordinario se venden en el marcado capitalista.
El estado beneficencia de Brasil, donde cada vez hay más favelas y menos amazonía; Sudáfrica, donde se resuelven las huelgas mineras por el expeditivo método de las ametralladoras; India, cuya sociedad de castas no ha sido modificada y en la que hace falta un ejército de casi un millón soldados para intentar frenar una insurrección popular que se va extendiendo; China, que por la vía de integrar a la burguesía en la revolución a entregado la revolución a la burguesía, y Rusia, la historia del saqueo del patrimonio de todo un pueblo por una oligarquía procedente de antiguos obscuros secretarios Kruschovianos. ¿De verdad alguien puede tomarse en serio, desde la izquierda, a esta inconsistente alineación de países? ¿Además de proponernos un capitalismo del siglo XIX, que ignora la etapa actual del capitalismo imperialista? ¿Me pueden decir qué maravilloso proyecto libertario anida en los BRICs, además de más productivismo y mercado?
Comprendo que, para unas izquierdas “ deshorientadas, acobardadas y agonizantes”, como señala el bloguero Marat en la última entrada de su web (”http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com.es/2014/10/mirando-unas-izquierdas-desorientadas.html), valoraciones de este clase producen una horripilación insuperable, pero no me resigno a plantearlo con toda su crudeza, aunque resulte antipático y eurocentrista.
Yo lo que espero son respuestas concreta a preguntas concretas. Sé muy bien de la importancia de la subjetividad (“del optimismo de la voluntad”), es con ella que he llegado hasta aquí. Tengo setenta años y he aprendido de la historia que para la humanidad la única condición objetiva para luchar contra la tiranía es, también, la subjetividad de la determinación para no tolerarla. La humanidad que sigue el hilo rojo de la herejía popular igualitarista no se pregunta, cuando está contra la pared, si se dan o no las condiciones objetivas para acabar con Roma (Espartaco) o para construir el socialismo (Rosa Luxemburgo). No es así cómo funciona la historia real de la insumisión y del socialismo; de lo contrario no habría sido posible la revolución Cubana (es sólo un ejemplo culturalmente próximo para nosotros), por más pragmáticos que se hayan podido volver algunos de sus dirigentes y la mayor parte de quienes pretenden ser sus epígonos. Las condiciones objetivas no vienen dadas, hay que crearlas en el seno del movimiento real de las cosas. La izquierda no puede delegar en los BRICs las tareas que debe hacer con sus propias manos. (Disculpen, por que este párrafo ha resultado, finalmente, asquerosamente retórico). Y disculpen todos, también, cierta compulsividad; especialmente la amiga Sonia López con quien, seguramente, tenemos más cosas en común que diferencias. Ocurre que, cuanto más viejo, más radical; y cuanto más radical, más libre; que decía alguien que ahora no recuerdo. Saludos
Diputada Sonia López
2014/10/17
Creo que ha sido suficientemente explicado mi planteo, de nada sirve reiterar argumentos si ellos son tergiversados solo para discutir, no creo tener tiempo para rendir examen como militante revolucionaria para demostrar calidades buenas o malas. A un militante solo lo puede juzgar un pueblo y así será siempre. Mi ánimo es aportar desde una opinión y un lugar y una experiencia diferente de lo que se expone aquí, compartiendo la pasión de todos por el proceso político de Novorossia, entre otras pasiones revolucionarias más cercanas que tengo la suerte de sostener humildemente. No creo Sr. Draco que su problema sea que «es muy radical», y la edad no lo salvará del problema que creo que tiene su planteo. A Usted le falta respeto y amor por otros pueblos. Es excelente su teorización sobre el factor subjetivo, pero no lo siente para nada, sin internalizar las ideas son solo construcciones frías que alguien toma de otro pero sin comprender lo que se está repitiendo. La palabra escrita tiene vida y expresa los hechos y circunstancia de una vivencia social y política. Y sus palabras son la de un Juez de pueblos y revoluciones y revolucionarios. Supongo que si trata así a Brasil, que nos quedaría en su imaginario sobre el resto del continente. Ni Cuba se salva con Su Señoría. Hay que estudiar más mi estimado. Repito, el mundo es mas grande, y como es tan grande, una ciudadana de un recóndito lugar del nordeste de Argentina se interesa en el poco tiempo que tiene para leer de qué pasó cada día en ese mítico Donbass donde humildes trabajadores nos recordaron que, aún en la Europa de la troica neolberal y vasalla, la Revolución es posible.
domingo reyes
2014/10/17
saludo la orientación dialéctica del articulo, la lucha de clase determina la orientación del movimiento y todo otro factor es secundario, la característica dl enfrentamiento es q se produce entre una china y una Rusia capitalista dirigida por tanto por individuos preso por sus intereses particulares. el antiimperialismo no puede segarnos para considerar q solo los gringos tienen intereses hegemónicos. los revolucionarios tenemos como misión hacer la revolución para reivindicar a los explotados, el hecho de q en determinada coyuntura, alguna fuerza sea aliada a estos intereses no nos puede hacer olvidar q esta es una relación circunstancial. la situación del donbass asi lo demuestra Rusia llego hasta donde le convenia a sus intereses el pueblo novorosio de be comprenderlo y seguir su propio camino.
tampoco debemos segarnos y cantar loas a putin porq encabeza un proceso q»no se sabe a donde vas» putin es un hijo de la burocracia soviética al igual q todos los otros oligarcas rusos engordados en las entranas de lo q se creía era un proceso liberador y por tanto tiene sus mismos intereses.
el papel de los brics se definirá sde una manera marcada a partir del 26 próximo, dependiendo quien gana las elecciones, pero independiente a todo hay q seguir la lucha de clases como única forma de darnos un proceso que tenga significado
Diputada Sonia López
2014/10/18
Estimado Dedona, este análisis está bastante bueno, tiene bastante información además de opinión. Saludos http://elterritoriodellince.blogspot.com.ar/2014/10/solidez-militar-debilidad-politica-y.html
Agustín
2014/10/19
La versión en español del blog slavingrad tiene buena información sobre lo que está ocurriendo en Ucrania. Se trata sobre todo de artículos traducidos del ruso o del inglés.
http://slavyangrad.es/
dedona
2014/10/19
de hecho publicamos muchas cosas en ambos sitios.
Agustín
2014/10/19
Artículo duro con los gobiernos rusos de la época post-soviética. Tampoco se salva Putin. No estoy necesariamente de acuerdo con el final, pero es un punto de vista que puede entenderse.
http://www.chris-floyd.com/component/content/article/1-latest-news/2389-smoke-and-mirrors-the-roots-of-russian-revanchism.html
Chris Floyd
1 de Mayo 2014
La crisis en Ucrania es una de las muchas consecuencias de la decisión de occidente de machacar a Rusia cuando estaba todavía grogui y tambaleándose tras la desintegración de la Unión Soviética. En vez de dejarles un poco de espacio para tomar aliento y ayudarles a encontrar su transición desde un pasado socialista roto hacia nuevas formas de vida y organización económica propias, occidente se apresuró a imponerles un brutal “fundamentalismo de mercado»: el ya familiar espectáculo de terror con sus actos de “austeridad”, privatización, endeudamiento ruinoso, caída abismal de la expectativa de vida y aumento de la mortalidad infantil; la ingestión despiadada del bien común por parte de un capitalismo de compadreo.
Esta bandeja fue servida por dóciles lacayos rusos – pendejos alelados como Boris Yeltsin, fanáticos del mercado y conversos a la economía de la “Escuela de Chicago” que poblaron su primer gobierno y, en el espacio de pocos meses, intentaron transformar un país que nunca había conocido el capitalismo (excepto en pequeñas vetas de la economía, durante pocas décadas hace un siglo) en el sueño húmedo de Margaret Thatcher y Milton Friedman.
El país fue entregado a gángsters, charlatanes y operativos tenebrosos en las entrañas del “aparat” de seguridad. Toda esta gente era partidaria de una versión diferente de la “Escuela de Chicago”; o sea, la escuela de Al Capone.
Yo vivía en Moscú cuando la Doctrina del Shock alcanzó la apoteosis de su furia. Los asesinatos aumentaban de forma desenfrenada: hombres de negocios de alto porte caían acribillados en las escaleras del metro; periodistas que investigaban corrupciones volaban en pedazos en las oficinas de su periódico. Hubo vendedores de coches usados que se convirtieron en oligarcas nacionales, mientras que ingenieros nucleares y gerentes de fábricas se transformaban en conductores y miembros del personal de limpieza de empresas con dueños occidentales. Gente común, en ropa raída, llenaba las aceras y las estaciones de tren, pregonando la venta de sus escasas pertenencias privadas y recuerdos familiares por unos pocos rublos que cada vez valían menos. Niños sin hogar – los llamados besprizorniki – deambulaban por la ciudad, en grupos o solos, abandonados, sucios, agrestes, espantadizos. Los borrachos muertos por el matarratas que bebían, aparecían tiesos en la nieve bajo carteleras resplandecientes de Revlon y Marlboro. Los casinos proliferaban; las panaderías y las clínicas locales desaparecían.
Mientras tanto, en el Kremlin, la cruzada de los extremistas del mercado proseguía con ardor. Alentados y ayudados por asesores, gobiernos y corsarios occidentales, el gobierno ruso “subastó” bienes públicos valorados en un millón de millones de dólares y se los entregó a oligarcas y allegados por 5.000 millones [esto es, cinco milésimas de su valor]. Buena parte de ese capital, hasta 350.000 millones durante el período de 1992 a 2001, fue sacado del país y provechosamente depositado en firmas financieras occidentales. Fue la mayor liquidación total por incendio en la historia de la humanidad.
El número de muertos durante los primeros 10 años de “demokratsia” en Rusia es sobrecogedor: un estudio en profundidad publicado en el British Medical Journal calculó que el número de muertes *adicionales* entre adultos rusos de mediana edad en el período 1992-2001 (con respecto al número de muertes que cabría esperar en ese grupo aplicando el índice de mortalidad de 1991) fue de 2,5 a 3 millones. Es decir, hasta 3 millones de muertes innecesarias, tantas como en toda la guerra del Vietnam.
No es de extrañar que cuando yo vivía allí, a mediados de los 90, la gente ya había empezado a percibir la palabra “demokratsia” como un vocablo sucio y malsonante, sinónimo de la corrupción endémica, la ruina y la violencia que sus élites, con el apoyo de occidente, habían traído al país. Este cinismo fue confirmado en las elecciones de 1996 (mi último hurra en Moscú) cuando un Yeltsin ya con un pie en el otro mundo, pero apoyado con brío por Occidente, se sobrepuso milagrosamente a una popularidad del 2% para ganar su “re-elección”. El precio de esta victoria fue la rendición final del estado a los oligarcas y aparachiks de seguridad, los cuales, junto con operativos estadounidenses, habían diseñado aquel resultado electoral. Eufóricos con la victoria, siguieron empujando al país hacia nuevos récords de quiebra en 1998, cuando la expectativa de vida cayó a su nivel más bajo desde las hambrunas de los años 30.
Esos son los cimientos podridos sobre los que se asienta el régimen cada vez más feo de Vladimir Putin. Una cultura, un país, un pueblo salvajemente atacado una y otra vez a lo largo de todo un siglo de agitación y violencia sin precedentes, fue sometido una vez más a una tormenta de caos que terminó con la vida de 3 millones de personas inocentes y despojó a muchos millones más de toda esperanza, oportunidad o significado. Y ahora Putin, surgido del oscuro nexo entre los bloques de poder que salvaron a Yeltsin, llena este paisaje lunar con símbolos vacíos que manipulan los temores y resentimientos de un pueblo apaleado: Nacionalismo histérico, versión caricaturesca de la historia, machismo bravucón, religiosidad falsa y unos “valores tradicionales” más alineados con los del Tea Party estadounidense que con ninguna cosa que haya existido jamás en la cultura rusa. Despotrica contra Occidente, pero gobierna un reflejo especular de lo mismo: Una pocilga violenta y militarizada de capitalismo de compadreo que degrada y engaña a su propio pueblo mientras manipula su ira y confusión orientándolas hacia el extranjero. En muchos sentidos, es la realización del sueño de los guerreros occidentales de la Guerra Fría: “por fin hemos convertido a Rusia en algo idéntico a nosotros».
El conflicto de Ucrania tiene muchas causas, entre ellas la intromisión de agentes y oligarcas estadounidenses para diseñar el derrocamiento del gobierno elegido y desestabilizar la región. Pero si los gobiernos occidentales tienen dificultad para entender los motivos y acciones del régimen ruso que tanto los ofende ahora, solo necesitan mirarse al espejo y todo les quedará claro.
dedona
2014/10/19
Gracias Agustín. Es de gran interés. Vamos a recuperarlo. Es de lo más interesante que se ha leído en las salidas «identitarias» del kremlin en todo este asunto.