SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA Y SU SIGNIFICADO HISTÓRICO en el 90 ANIVERSARIO. Conferencia internacional, Moscú 9-10 de Junio, 2021
«1939-1940: España y Francia, el colapso de las dos repúblicas»
En una conferencia sobre el significado histórico de la Segunda República Española parece de buen sentido establecer como uno de los marcos de referencia que permitan hacer valoraciones, la suerte de la hermana Tercera República Francesa.
Sabemos que para establecer la velocidad de un cuerpo es imprescindible disponer de un sistema de referencia externo, sin el cual se hace hasta imposible saber si un cuerpo se encuentra inmóvil o en movimiento. Veo muy justificada esta analogía por varios motivos.
En primer lugar por la necesidad de contestar con razones a los intentos de aislar la historia de España de su contexto histórico, social y político como país europeo. Durante años se ha defendido con una finalidad ideológica una supuesta “singularidad española” que incapacitaría al país para desarrollar una sociedad avanzada y un sistema político democrático estable, llegándose a decir que solo el desarrollismo franquista logró la base social de clases medias que toda democracia precisaría. Poco importa que tal visión sea una falsificación histórica y que es desmentida por los avances en el conocimiento sociológico sobre la evolución de la sociedad española desde finales del XIX y los avances historiográficos en historia social y política, pues tal visión ha sido integrada en el discurso dominante en medios institucionales y en los medios de comunicación.
En segundo lugar, establecer una comparación con la Francia de la Tercera República es una de las formas de demostrar que es de todos los modelos políticos y sociales en la Europa de comienzos del siglo XX, es el modelo republicano francés el que acabará siendo el modelo inspirador de los republicanos españoles y que acabará fructificando en la Segunda República, tras el fracaso de los sectores conservadores y monárquicos en mantener su modelo constitucional de 1876 en una sociedad, la española, que se modernizaba, que era cada día más urbana, con una vertebración del cuerpo social muy densa, tanto en el mundo del trabajo –sociedades obreras de todo tipo, sindicales, culturales, casas del pueblo, etc–, como en el mundo que podríamos denominar burgués democrático-.
Al fracasar la monarquía en liderar los cambios institucionales que precisaba una España en transformación, la Segunda República surgió como la salida natural de una sociedad que pugnaba por convivir en libertad, con progreso social y con ejercicio pleno de su soberanía nacional. En esa construcción de una España democrática, ese proyecto de una nueva política, frente a la vieja política que había sido así definida por Ortega en 1917, lo que acabó por surgir fue finalmente la República.
¿Y cuál fue el modelo de esa república? O dicho de otra forma, en los debates y tendencias existentes en el republicanismo español ¿cuál fue el modelo? Pues sin lugar a dudas, el modelo en el que se miraban era el de Tercera República Francesa, contemporánea de ellos.
Una Tercera República Francesa repleta de contradicciones, algunas de las cuales eran compartidas por España de forma muy clara, si bien en grados diferentes. Por ejemplo, la lucha por el laicismo y la separación iglesia estado, las tensiones sociales y laborales que el movimiento obrero denunciaba y con ello la necesidad de que la libertad política republicana necesitaba de la fraternidad social expresada en leyes laborales, sociales y formas regladas de diálogo en el mundo del trabajo que permitieran la estabilidad y el progreso.
Pero no es mi intención establecer ahora las coincidencias entre los desafíos sociales a resolver por la Segunda Española y la Tercera Francesa.
Lo que estoy afirmando es que en el proceso histórico social observable en la España de los años veinte y treinta, el modelo que va a salir adelante y que se resume en la Constitución Española de 1931, es un modelo de inspiración francesa: parlamentario, no presidencialista, social, democrático , defensor de la soberanía nacional plena y con un papel destacado a la instrucción pública y al principio del mérito basado en la educación y el trabajo, y capaz de integrar al mundo del trabajo y al movimiento obrero en el cuerpo social. Es decir, el modelo idealizado de la Tercera República Francesa.
Es decir, no es el modelo italiano, en el que una monarquía que se pretende constitucional degenera en un modelo dictatorial y le pone nombre al fascismo histórico. No es el modelo británico, que es literalmente inexportable en su arquitectura interna. No es el modelo de la República alemana llamada de Weimar, salvo en determinadas influencias de sus soluciones constitucionales. Y desde luego, y debo decir, que sobre todo, no es en modo alguno del modelo de la URSS. Nada más lejos del proyecto modernizador de España que representaba la Segunda República Española.
Más allá de las influencias ideológicas, de las coincidencias institucionales, o de las diferencias de grado o circunstancia que podamos encontrar entre la Segunda Española y la Tercera Española o de las relaciones entre ambos estados fuere en la paz o durante la guerra de España hay un aspecto que debe ser analizado.
En el lapso de unos pocos meses ambas repúblicas sucumbieron. Ambas repúblicas, segunda y tercera, acabaron su recorrido de forma abrupta.
Veamos algunas coincidencias en llevaron a su momento de colapso
- Una derrota militar catastrófica
- Una crisis política e institucional cuyo detonante fue la derrota militar en última instancia
- Un enfrentamiento interno que desemboca en un golpe de estado que intenta liquidar el estado republicano
- en el caso español estamos ante un proceso interno que tuvo actores internacionales, es decir, el estado republicano y su base de apoyos, el Frente Popular, se vio asaltado tanto desde dentro como desde fuera del propio país, optando por resistir la doble agresión.
- en el caso francés, la derrota militar causa la destrucción de la República, de su sistema constitucional. Acaba la Tercera República y surge el llamado ESTADO FRANCES, que anula la Constitución, destituye la Presidencia de la República, quita el Himno Nacional de la Marsellesa y anula el Parlamento.
- El papel del vector internacional en el comienzo de la crisis, en su desarrollo y sobre todo en su salida.
La República Española sucumbió militarmente a la combinación de sedición reaccionaria interna y agresión internacional en primer lugar, pero la suerte de España se decidió finalmente en el marco internacional a través de las decisiones de las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial. Creo que existe consenso en esta afirmación. Al menos en esta.
Pues permítanme añadir otra afirmación.
La derrota de Francia es una cosa y la destrucción de la Tercera República Francesa es otra.
La Tercera fue derrotada INTERNAMENTE, son elementos del ejército francés presentes en el gabinete de Guerra y sus aliados más conservadores los que en la práctica destruyen la República.
La Francia republicana y democrática regresa a la escena gracias a la ACCIÓN INTERNACIONAL, no es Francia por si misma la que logra su liberación. Su suerte va a ser decidida por la actuación de las potencias aliadas y dentro de éstas muy particularmente por el papel de INGLATERRA.
Inglaterra es un factor clave para la suerte de España y de Francia en la salida de las convulsiones del periodo 36-45
Todos estos temas exigen ser analizados en profundidad
Este es el empeño en el que me encuentro en estos momentos y que explica mi presencia en este coloquio. Ocurre que estoy inmerso desde hace unos dos años en el proceso de investigar el proceso de colapso de la Tercera República Francesa para tratar de comprender mejor el proceso español y de la Europa de su tiempo.
No tengo mucho más tiempo, apenas plantear la cuestión, pero me pongo a su disposición y también me atrevo a pedirles su crítica en esta tarea.
Quisiera acabar recordando dos escenas o momentos que pueden ilustrar lo que se pretende con esta comparación.
Creo que está en la mente de todos la escena de la retirada en la frontera hispano francesa en Cataluña en el invierno de 1939. Es la imagen misma de la derrota. La población civil en éxodo, el ejercito en derrota, con cierto orden, pero en derrota, cruzando la frontera con su armamento, sus piezas de artillería, sus carros de combate y sus armas. Las imágenes son terribles. El desamparo, el dolor, la nieve en las montañas, las familias completas por las carreteras o los pasos de montaña. Lo evoca Azaña en sus diarios reconstruyendo el dramatismo del momento. Un presidente de la República que cruza la frontera junto a su pueblo en medio de una derrota militar. Y en esa hora, la actuación de la Tercera República Francesa no pudo ser más negativa, injusta y enemiga.
Pues bien, comparen esa imagen con los días de la derrota de Francia.
Un jefe de estado incapaz e incapacitado para actuar constitucionalmente
Un presidente del gobierno que se ve derrotado militarmente y en manos de los militares reaccionarios viéndose obligado a dimitir dando paso a quienes suspenderán la democracia republicana francesa y colaborarán con el enemigo
Y en medio de todo eso, la derrota en las carreteras, el éxodo hacia el sur de millones de personas, el ejército en derrota, y a un expresidente del gobierno de la República escapando en su propio auto por tierras del Midí francés.
Paul Reynaud sufrirá un accidente de automóvil, morirá su compañera de forma harto trágica, en medio de la debacle. Reynaud acabará detenido por los propios franceses y deportado como rehén a Alemania.
¿Cómo salió Francia de aquella situación?
¿Por su propia fuerza? Sabemos que no fue así.
Creo que debemos incorporar la influencia de Inglaterra hacia las Dos Repúblicas, y hacia los dos países y debemos hacerlo de forma comparada.
Y desde luego la propia evolución social y política de ambas repúblicas.
El mundo posterior a 1945 fue un mundo en el que el modelo de republica basado en las concepciones francesas del republicanismo, se vio sustituido por la influencia de modelos anglosajones y sus concepciones liberales. El llamado Welfare State fue una arquitectura institucional y un programa social que se nutrió también de la herencia del republicanismo de izquierda francés, pero sobre todo fue fruto y necesidad de las circunstancias de la Guerra Fría y siempre tuvo la influencia y la inspiración de los diversos modelos anglosajones.
En este sentido, la suerte final de las dos repúblicas latinas fue un episodio en la evolución de los modelos sociales dominantes hacia el posterior predominio de los modelos liberales anglosajones.
Nada más. Muchas Gracias.
febrero 18th, 2022 → 00:38
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