MAR S.A.

Posted on 2021/12/03

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Faro de Vigo. 03/06/2006. La actualidad nos despierta para recordar a una gran empresa que fue Casa Mar como así se llamaba, de la que yo fui testigo y accionista.

Casa Mar se fundó en los años cuarenta por don Javier Sensat y su segundo Carlos Gómez. Pescanova no existía. Casa Mar reunió unos 40 pesqueros mayormente de madera y algunos de hierro de las familias Curbera, Massó, Barreras y otros.

La dedicación de esta empresa fue la venta en subasta a la baja en la lonja del Berbés antiguo, de sus barcos y otros, de la pesca fresca traída del Gran Sol y otros caladeros. Téngase en cuenta que, por ejemplo, un caladero como el Gran Sol estuvo seis años sin que nadie pudiera pescar allí debido a la segunda guerra mundial.

Los barcos de Casa Mar llegaban al Puerto de Vigo con sus bodegas repletas de merluza, porque las demás especies, por ejemplo, el codiciado rape, lo arrojaban por la borda, ya que no tenía la cotización debida, ¡qué tiempos aquellos!, quien lo diría del rape hoy exquisito.

Después se inauguró la lonja más moderna en 1947, casi casi por doña Eva Duarte de Perón, la inolvidable Evita de Perón. Casa Mar siguió con su misma dedicación a la subasta del pescado fresco de sus barcos, que ya eran más cantidad que con los que empezó, y eran ya de hierro.

La factoría tenía un economato que era la envidia de Galicia en surtido y servicio, además de ser económico, etcétera.

Las cordelerías de Casa Mar fabricaban las redes para la flota de Casa Mar y otras empresas.

El hielo, que era de escamas -otro invento- servía a sus propios barcos y pocos más, pues ya exis- tían Frigoríficos de Vigo y Consumidores de Vigo, que eran y son los que suministran el hielo a los barcos y a los exportadores de pescado.

La comercialización: Es cierto que Casa Mar compró cuatro puestos en el mercado de Legazpi al lado de la puerta de Toledo en Madrid y luego en Mercamadrid, donde también tenía unos puestos a los que llegaba la pesca fresca para venderla es sus propios camiones. Pero duró poco tiempo.

Sí es cierto lo de los sueldos, pues mientras el sueldo mensual medio en algunas empresas era de 500 pesetas, en Casa Mar pagaban 1.200 pesetas al mes.

Lo cierto es que Casa Mar fue una gran empresa, fue muy importante en la ciudad.

La división del bacalao llegó después.

Tampoco es cierto que Casa Mar fuera a pique por no diversificar sus productos que siempre fueron la pesca fresca y nunca el congelado. Ahí fue su ruina por no seguir los pasos de Pescanova, más moderna, vaciándose en el congelado y reformando sus propios pesqueros y no quedarse estancada con la pesca fresca, cada vez más escasa.

José Fernández Piñeiro – Vigo

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