Ucrania
En la República de Lugansk siguen las nacionalizaciones
Rabkor
Traducido por Carlos Valmaseda
A mediodía del 15 de mayo milicianos armados ocuparon el edificio administrativo de la empresa «Donbassantratsit», situado en la ciudad de Krasny Luch (Rayo Rojo) en la región de Lugansk e informaron de que destituían de su cargo al director general.
La información la confirma el representante de la «Unión Independiente de Mineros de Ucrania» Mikhail Volynets. Tres milicianos armados entraron en las instalaciones, donde tuvo lugar una reunión con todo el personal con la participación del director general. Informaron solemnemente a los presentes que pasaban a proteger la fábrica y que en cada despacho ahora vigilará un hombre de la oposición. También informaron de que no interrumpirán el trabajo de la mina.
Recordamos que forman parte de la empresa de extracción de carbón 7 minas. El mismo director general de GP «Donbassantratsit», Semion Kerkez, recién llegado de sus vacaciones, ese mismo día cogió de improviso la baja médica.
Como comentó a Rabkor uno de los activistas de oposición en Donetsk: «En la vecina región de Lugansk todo va según los planes. En la República de Donetsk la tarea principal es bloquear los canales de financiación y someter a todas las estructuras de poder. Sin embargo, para nosotros se trata de ir hacia la nacionalización. Al mismo tiempo, sin ninguna duda, hay que separarse de Akhmetov, quien maniobra ahora muy activamente en la arena política».
El jefe del centro de investigación económica del IGSO Vasili Koltashov es también muy radical en relación a esto: «Las empresas pertenecientes a Kolomoyski y otros hombres de negocios que apoyan a la Junta deber ser confiscadas inmediatamente. Las fábricas que fueron puestas bajo su jefatua deben pasar a manos de los obreros si estos últimos pueden organizar la producción. La experiencia positiva de control obrero en el mundo se cuenta ya por decenas de empresas que han tenido éxito».
Fuente: http://rabkor.ru/news/2014/05/16/krasny-luch
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Tadeo Puñoenrostro de Facha
2014/05/22
Muy interesante el ver el cómo la experiencia soviética, y el experimento único que supuso la restauración del capitalismo, impulsa vientos de revolución social entre los pueblos que tuvieron la fortuna de vivir en la URSS.
La restauración del capitalismo fue un experimento único, valosísimo, porque permitió realizar algo imprescindible, pero que es imposible de llevar a la práctica, a no ser que ocurra por casualidad. Para poder ver el influjo de una variable, hay que tener todo igual, excepto esa variable. Así pues, para ver el influjo del sistema social, en definitiva: si es «mejor» el capitalismo o el socialismo, hay que dejar todo igual: la cultura, el medio natural, el pasado histórico… y variar sólo el sistema social (caeteris paribus). Evidentemente, un experimento de este tipo, no se puede llevar a la práctica. Pero la contingencia histórica lo realizó por sí mismo a partir del año 89. Y mostró lo que debería haber sido evidente: la enorme superioridad del sistema socialista, la catástrofe humana y social que, evidentemente, es el capitalismo en comparación con el socialismo. Esos países se hundieron económica, social y culturalmente, y aún andan lejos de recuperarse. Así, resulta criminal el defender el capitalismo.
En realidad, sin este experimento, se podría haber constatado por otras vías. Puede uno fijare en cuál es el estado normal de una sociedad capitalista. Como casi todos los países son capitalistas, basta mirar cómo son la mayoría de ellos: países en los que reina la miseria, la incultura, la violencia de todo tipo, el fanatismo religioso, sistemas de salud deplorables.. Sölo un puñado de países capitalistas escapan a esa deplorable situación, y basta echar un vistazo para darse cuenta a que se debe a causas circunstanciales grandes potencias que explotan al resto del mundo, los restos del Estado del Bienestar que hizo posible el terror al comunismo por parte de las clases dirigentes euro-yanquis, etc), y en las actuales circunstancias de crisis, que en el fondo se vienen arrastrando desde fines de los 60, esos propios países se aproximan a marchas forzadas a la norma capitalista.
Por el contrario, en los países socialistas, lo habitual, lo que ocurría en la mayoría y tendía a ocurrir en todos, era la igualdad social, económica y politica, el alto nivel económico para toda la población, la extensión de la cultura, la desaparición progresiva de la violencia, del fanatismo en todas sus formas, la tranquilidad de la vida, la prooción del individuo y de la individualidad frente a la aplastante uniformización y aborregamiento impuesta por la economía de los monopolios capitalistas, la promoció de la diversidad cultural de hasta los pueblos más pequeños, frente a la monocorde «cultura» de masas, carente de todo valor e incluso repugnante, que imponen los monopolios a lo largo y ancho del mundo, como instrumento de dominación y de control social…
Si embargo, y aunque el tener los ojos abiertos y la cabeza despejada y libre de adoctrinamiento permitía a cualquiera el ver las cosas como son, el «experimento» llevado a cabo en los países del Este con tan terrible coste humano, lo ha dejado todo contundentemente claro.
Esat es una importante dimensión para entender los vientos socialistas que soplan entre la población ucraniana que no se haya sometida a la junta golpista de lso nazis de Kiev, impuesta como gobiero títere por parte de las potencias coloniales yanqui-europeas de siempre.
Oscar Villar Barroso
2014/05/22
Muy interesante el artículo y excelente el comentario. Solamente me gustaría aclarar dos cosas, primero, que la privatización de la propiedad social soviética se hizo de manera fraudulenta y en esencia fue una estafa, aplaudida claro está, desde Occidente y la ocupación de las empresas entonces no se hizo con milicianos, gente del propio pueblo que explicaron a todo el colectivo el proceso y sus objetivos, en aquella época los ocupantes fueron un grupo de mafiosos dispuestos a robarse lo que era de todos, este es el origen de la clase de los oligarcas en todo el espacio postsoviético.
En segundo lugar, me gustaría celebrar la decisión de la clase obrera de la cuenca del Don, esta es una clase obrera con historia y experiencia, que ha decidido revertir la situación a la que le condujeron las aventuras neoliberales de un grupo desfasado de todo menos de sus ambiciones y que durante un tiempo consiguieron manipular a las masas con las promesas de que vivirían como lo hacían los ricos en Occidente, ahora el pasado soviético se añora, es cierto que no era perfecto, es verdad que no se vivía en la opulencia, pero se vivía con dignidad, se desarrollaba la cultura y el ser humano era importante, quizas lo debió ser más, pero no era un mero «consumidor», que es a lo que reduce a los individuos el neoliberalismo.
A estas alturas pienso que lo mejor está por llegar en estas regiones que se han separado de facto de Ucrania.
dedona
2014/05/22
Gracias Oscar, bienvenido
vallebaeza
2014/05/23
Reblogueó esto en Econo Marx 21.