El frente político en Donetsk y Novorossya: los oligarcas ganan posiciones / Amigos de la RP de Donetsk

Posted on 2014/08/15

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[Amigos de la RP de Donetsk] 15 de agosto. Informe político.

— AKHMETOV el oligarca del Donbass gana terreno
—Están desplazando a los comandantes revolucionarios y situan a personas con perfil más acomodaticio.

—La lucha de clases en Novorossya se está intensificando a medida que se observa que la República puede resistir y tal vez mantenerse.

El oligarca del Donbáss, Akhmetov

El oligarca del Donbáss, Akhmetov

Las noticias que recibimos directamente son alarmantes en el sentido político. Las noticias del frente son muchas e intensas, aunque podemos pensar seriamente que no va a producirse un colapso militar de Novorossya.

La cuestión ha sido siempre si la insurrección nacional revolucionaria —y uso el término en la forma en que lo usó José Díaz— de la resistencia al golpe en Kiev lograría resistir al fascismo ucraniano por un lado y, por otro, si su lucha supondría arrebatar su poder a los oligarcas locales del Donbass.

Si al final de toda esta lucha contra el fascismo los oligarcas —nuevos o viejos— seguían controlando las grandes empresas, la economía de la región y mantenían la explotación de los trabajadores, habría habido una gran derrota. Como existe una guerra en curso contra un enemigo feroz que tiene su propia agenda los aspectos políticos internos parece menores pero no lo son. La resistencia y la victoria son imprescindibles pero lograr estos objetivos dependen de cómo se organicen las cosas y de una confianza y una gran voluntad de victoria. Quienes temen que la victoria republicana amenace sus intereses de clase harán lo posible por impedirla o por condicionarla.

En estos días hay una lucha feroz en la retaguardia republicana. Los cambios en la dirección política y militar tienen efectos políticos y militares. Los hubo cuando la retirada de Slavianks, que permitió a la Brigada de Strelkov tomar posiciones en Donetsk y reconducir la situación política derrotando a los partidarios de una «derrota pactada». La linea de resistencia a ultranza exigía que todo el esfuerzo político, económico y humano se pusiera al servicio de la victoria, e ineludible un mando militar unificado. En Donetsk la línea dura logró reconducir la situación. La quinta columna del oligarca Akhmetov quedó fuera de juego. Estos eran partidarios de una cierta coordinación con Moscú que permitiera impedir una derrota militar catastrófica a cambio de dar seguridades de que Novorossya no sufriría una evolución revolucionaria. Akhmetov y sus títeres se ofrecían como esa garantía: todo controlado políticamente sin peligro para la estructura de poder económico. Esta posición contaba con apoyos sobre todo en Lugansk y en facciones del poder en Moscú.

La evolución de la guerra ha marcado los hechos. Si hubiera una derrota militar, un colapso de la resistencia tendríamos una masacre de la resistencia, millones de refugiados y la OTAN en la frontera rusa; los oligarcas locales perderían dinero y propiedades, pero también los perderían si la República logra esa victoria y mantiene sus objetivos revolucionarios. Se trataba por tanto de aprovechar el interés estratégico ruso en impedir la llegada de la OTAN a su frontera, para maniobrar internamente y en Moscú, para acabar liquidando a los líderes de la resistencia que suponen un peligro para los oligarcas.

Strelkov, Bolotov, Gubarev y otros muchos representan comandantes milites y cuadros políticos con un discurso claro: la guerra debe ganarse y la República debe asegurar la supervivencia del pueblo, nacionalizando las empresas y poniendo la economía al servicio del bien público; para esta tarea cuentan con muchos apoyos y con su prestigio ganado en la lucha.

Los ataques personales no se hicieron esperar. Incluso en el extranjero. En vez de denunciar a los oligarcas como Akhmetov se ha atacado sin piedad a los artífices de la resistencia y la lucha.

Esos ataques han venido por la derecha y por la izquierda. En Kiev y en su entorno no han atacado a los oligarcas del Donbass que desean acuerdos con Kiev y federalización, no, han atacado brutalmente a la población y a los milicianos que les han derrotado una y otra vez, pero también han participado en el linchamiento de los líderes de la resistencia, extendiendo difamaciones y medias verdades sobre ellos. Hemos podido ver como personas proMaidan atacaban a Gubarev como «fascista», sin sonrojarse ante su propio apoyo a los abiertamente nazis y banderistas de Kiev.

Por otra parte, supuestamente de izquierda, la secta rusa Esencia del Tiempo —muy extendida— de Serguey Kurginyán, un extraño grupo que intenta separar la nostalgia de la URSS del marxismo y del internacionalismo atacó brutalmente a Strelkov como traidor. Es decir, traidor es el hombre que está construyendo el ejército y ha puesto orden en la retaguardia y venciendo en batallas defensivas a vida o muerte.

La respuesta de Strelkobv fue clara y meridiana; hay que limpiar de traidores y de basura política corrupta la retaguardia.

El ejército fascista atacó de nuevo. Tras el cierre de la bolsa sur, las fuerzas de la Milicia de Donetsk recibieron una inyección de material y de moral, liberando fuerzas para contraatcar. Al tiempo, el mando unificado empezaba a tener éxito, aunque en Lugansk, donde el peso de los hombres de Akhmetov persistía, había resistencias al mando único.

La ofensiva fascista no se hizo esperar, con muchos más hombres y recursos, atacaron en todos los puntos del frente, para ver donde se era más débil y tratando de cortar el territorio en pedazos. Avances desde el sur hacia Krasny Luch amenazaron con lograrlo. Desde Debalcevo se amenazó Gorlovca y se intentó avanzar hasta Krasny Luch. En Donetsk el cerco se estrechó en el oeste y sur de la ciudad mientras arreciaban los bombardeos. Máximo peligro. Tras cuatro días, la Milicia ha logrado derrotar al enemigo y hacerle pagar un precio alto.

Es entonces cuando se produce un golpe de mano. Alexander Khodakosvky, el comandante cercano a Akhmetov que había sido desplazado por Strelkov hace unas declaraciones en favor de una Ucrania unida y federal, la base del plan oligárquico de Akhmetov, Ese mismo día corren rumores de que Strelkov esta herido grave, y comienza un baile de nombramientos. Más militares en puestos clave, se desmiente la herida de Strelkov pero dimite y no hace declaraciones. Tras la reunión del Consejo Supremo se ve que Strelkov queda sin un cargo claro, pues el jefe de estado mayor se apellida igual pero es otra persona.

¿Qué lectura tiene esto? Gubarev no juega un papel militar o político tan importante, su figura lo es como parte de una red político militar pero nada más, si cambian los nudos de esa red su peso cae. Ha anunciado el día 14 que la situación militar va a mejorar y que hay que tener confianza.

Akhemtov por su parte reaparece. Gana posiciones, o al menos se está gastando dinero en parecerlo. Ha anunciado millones de euros en ayuda humanitaria. Decenas de camiones y trenes. Promete un futuro de paz y dialogo, en una Ucrania Federal que le tendría a él como gobernador de la región. Ese es su plan.

La ausencia del partido comunista como actor político y militar a la altura de este desafío, la inexistencia de batallones milicianos de izquierda , de comandantes abiertamente comunistas o del Frente de Resistencia Popular (Gubarev es miembro) representa un grave problema para organizar la resistencia política al desafío de los oligarcas.. Es por aquí por donde la izquierda antifascista debería estar preocupada. Para la izquierda institucional en toda Europa ante esta guerra encontramos silencio, una patética falta de atención a esta crisis, cuando no ataques y difamaciones a los comandantes que representan la resistencia y la esperanza de un triunfo revolucionario, extiende un descrédito de Novorossya que llama a la parálisis, olvidando que los nazis estan siendo utilizados como perros de presa por Kiev y que el peligro es real y la lucha de Novorossya el primer brote revolucionario en 50 años. Los que justificaron o ayudaron a justificar el asalto a Libia, a Siria, a Yugoslavia, son los mismos que hoy intentan extender la duda y el descrédito por esta causa, olvidando la contradicción principal y que la existencia de contradicciones en el frente popular no invalida la necesidad de mantener y apoyar la lucha antifascista. Lo terrible es que los focos de resistencia de clase en Ucrania, en Rusia o en Europa Occidental son muy débiles y están desestructurados o aislados y el principal foco de resistencia a esta deriva de la guerra en Ucrania se encuentra en las posiciones nacionalistas panrusas que representan los euroasianistas de Duguin: ¿hay alguna excusa para reconocer que la contradicción principal es la deriva nazi de Kiev y el papel de los oligarcas en todos los bandos? La respuesta es no. Este es la realidad que la izquierda antifascista debe afrontar.

Falta información y análisis. La lucha sigue y la milicia lucha y muere. La guerra continua. Pero que los oligarcas jueguen sus cartas para aprovecharse de toda la sangre derramada no debe sorprender a nadie. No perdáis el contacto.

La República lucha y la milicia no se rinde.


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