Entrevista con Canal RT. 16 de junio, 2014 / Pedro A. García Bilbao / El precio del gas y suspensión del suministro Federación Rusa – Unión Europea, vía Ucrania

Posted on 2014/06/16

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Emitido en diferido el día 16 de junio de 2014 

RT. ¿Por qué Ucrania quiere un precio bajo al gas? ¿Cómo lo ha calculado? O sea, ¿por qué necesita exactamente 268 euros?

Respuesta. Hay una respuesta obvia, aunque no parece que sea la única variable a tener en cuenta. Lo innegable es que el actual gobierno de Ucrania tiene un grave problema de cuentas. Sus ingresos están cayendo de forma brutal, ha perdido exportaciones e impuestos y está afrontando una guerra de hecho en el este del país. Pero en realidad no está demandando una disminución de precio por esos motivos. Es decir, no se trata de que tengan exclusivamente problemas de efectivo, lo que ocurre es que pese a tenerlos, el gobierno de Kiev está aceptando ser parte de una estrategia de acoso a Rusia en la que la interrupción del suministro ruso a la Unión Europea es pieza fundamental. En el marco del pulso geoestratégico que se está dando a tres bandas sobre suelo ucraniano —EE.UU, la UE y a Federación Rusa— no es extraño que los acuerdos preferentes que se habían suscrito entre Kiev y Moscú antes del golpe del euromaidan hayan sido revisados. Pero lo cierto es que la actuación rusa ha sido la de buscar el acuerdo de nuevo. Al producirse el conflicto Rusia, ha solicitado —estando en su derecho— que se paguen los atrasos en los pagos, en torno a unos 1950 millones de dolares, negociando plazos, y la compañía GazProm se ha mostrado flexible incuso en los precios de futuras transacciones. Rusia ha recordado que existen unas obligaciones internacionales de asegurar el paso a terceros países y que Ucrania debía respetarlas. La respuesta ucraniana ha sido vulnerar plazos y discutir los precios. El primer escollo han sido los atrasos de gas ya suministrado. Rusia pedia 358 dolares por cada 1000 metros cúbicos, aceptó una rebaja de 73 dolares, pero Ucrania se instaló en una propuesta de precio de 197 dolares. Es lógico que se hayan roto las negociaciones. La bajada de precio que aceptaría Rusia situaría el precio en una media de lo que se cobra a otros países. Ucrania lo ha interpretado como un descuento variable, algo que podría alterarse con las circunstancias, la temporada, las evoluciones del mercado, pero también con la tensión política entre ambos países. En la actualidad la cuestión parece que se encuentra sometida a arbitraje internacional y la perspectiva de un corte de suministro inmediato. Rusia se está viendo obligada a actuar.

RT. Ucrania no quiere pagar. Pero llegará octubre y ¿qué va a hacer?

Efectivamente, no parece que haya mucha voluntad de hacerlo, pues además de cuestiones económicas y dificultades para el pago, aquí lo que podemos encontrar es también una voluntad de entorpecer no solamente los pagos, sino también el suministro. No se quieren resolver los problemas, no se quiere pagar, pues con quien tiene voluntad de mantener compromisos y acuerdos en el ámbito de los negocios siempre se puede llegar a soluciones. Pero no se está jugando a eso. La mayor parte del gas ruso que se encamina a la UE pasa por Ucrania, si se entorpece ese paso, el resultado colateral sería doble: problemas de suministro en la UE y caída de ingresos en la Federación Rusa. Si el suministro a la UE no queda asegurado por el motivo que sea, la necesidad de seguridad energética europea obligará a buscar suministros alternativos y lesionaría las relaciones con la Federación, dando alas a los que ven en Rusia un enemigo simplemente porque Rusia no se pliega de forma ciega a intereses que le son ajenos y buscan su destruccion. En este momento se trata de la deuda del gas del año pasado y del suministro en curso, pero el bloqueo de los pasos actuales supone que el escenario del próximo año se presenta muy complejo y difícil. En otoño comienza a dispararse el consumo, pero es ahora cuando estalla la crisis. El motivo no es una falta de energía disponible, ni siquiera de recursos para pagar. Esta es una crisis artificial, esta tercera guerra del gas es fruto de un conflicto de otra naturaleza. Lo cierto es que es malo para todos los pueblos, el ruso, el ucraniano y el de la Union Europea.

RT.Si la UE lucha tanto por Ucrania y está dispuesto a darle créditos, ¿por qué ahora prefiere negociar el tema del gas en vez de pagar?

Los créditos de la Unión Europea no son una ayuda a los problemas de Ucrania, son sencillamente, transferencias directas a los bancos y empresas europeas que tienen inversiones en riesgo por la tremenda crisis que pasa Ucrania en estos momentos. Ni un euro de esos créditos se ha concedido para mejorar las condiciones de vida de la población. El regateo del precio del gas, en esta lógica, es un intento de presionar a Rusia al servicio de otros intereses.

RT. Lo que hace Ucrania es bastante atrevido. ¿Por qué se permite actuar de esta manera? ¿Puede ser porque siente un apoyo?

Se permiten actuar de esta forma porque no son un gobierno que deba rendir cuentas democráticamente. Hay un serio problema con esto en Kiev, la quiebra institucional sufrida está teniendo estos efectos. Si observamos el desfile de personalidades de otros países que han pasado por Kiev para prestar su apoyo al nuevo gobierno de hecho sabremos quien ofrece respaldo y, en algún caso, inspiración.

 


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