- Cualquier programa de emergencia para hacer frente a los recortes, el paro, la crisis los deshaucios exige la DERROTA política de los que controlan este régimen, de la banca, la patronal y los partidos que tutelaron la transición. Es un hecho. No hay programa alternativo sin la derrota de esta esta gente y un triunfo democrático de las clases populares. la TERCERA REPÚBLICA simboliza el combate contra la crisis y la derrota de los que saquean a la gente. No hay espacio intermedio. Poner fin a la impunidad del franquismo implica poner ante sus responsabilidades criminales y descabezar a la oligarquía bancaria, financiera y política que procede del régimen y se ha beneficiado de la crisis. Ellos lo saben y por eso la palabra República y el concepto de FIN de la IMPUNIDAD siguen proscritas. Debemos actuar donde son débiles. Es hora de la RUPTURA, y para ello es precisa la UNIDAD de ACCIÓN. Todos los partidarios de RESISTIR y VENCER, unidos explícitamente por recuperar la LEGALIDAD REPÜBLICANA, poner fin a la IMPUNIDAD, aplicar un Programa de choque anticresis y por la TERCERA REPÚBLICA. Es el único camino.
- La República ha de ser la consecuencia lógica de la derrota política del régimen actual que está basado en la impunidad del franquismo. Si continúan en el poder los que controlan la banca, la patronal y el aparato del estado no haremos nada. Juan Carlos Borbón está ya amortizado y decadente, les preocupa que siga y los que controlan el país desean un recambio en la figura de Felipe Borbon, de ahí los ataques al Rey desde la derecha. La República es necesariamente la alternativa a todo eso y debe basarse en la RUPTURA con los restos del franquismo, en la DERROTA de los que controlan económicamente el país y saquean a la población y en la VICTORIA de las clases populares. Para lograr las acciones políticas que se precisan para VENCER la crisis, poner fin a los desahucios, dar trabajo, salvar la educación y la salud pública, separar a la Iglesia del Estado, asegurar la energía y los transportes y prepararnos para lograr sobrevive a la crisis energética y ecológica que tenemos enfrente, para lograr todo eso, es preciso DERROTAR POLÍTICA y socialmente al grupo de poder dominante. Es un hecho. la REPÚBLICA es la expresión práctica de esa victoria.
- “La Corona estaba sin norte, el gobierno sin brújula, el Congreso sin prestigio, los partidos sin banderas, las fracciones sin cohesión, las individualidades sin fe, el tesoro ahogado, el crédito en el suelo, los impuestos en las nubes, el país en la inquietud, la revolución en actitud amenazadora, la prensa perseguida o silenciada y el poder condenado uno y otro día por los Consejos de Guerra que absolvían a los periódicos a ellos sometidos”.
JUAN VALERA. Vísperas de la REVOLUCIÓN de 1868, la «gloriosa» - La República implica una revolución. Es un cambio estructural, de eje del poder, no hay República sin ese cambio. Es lo que pasó en 1931, la oligarquía perdió el poder político y vino la República. La revolución de la que hablás era que además del poder político perdieran el poder económico y social nacido de su dinero, propiedades e influencias. Como sabían que el poder político republicano acabaría erosionado ese poder táctico suyo, por eso dieron el golpe entonces. No caigamos en el error de algunos en 1931 de rechazar la República porque no era lo bastante de izquierda. El 14 de abril supuso un cambio tremendo que puso en riesgo el poder tradicional. Ahora debemos actuar en esa misma línea.
- Republicano es el que lucha por la república, si hay diputados que no lo hacen, no valen. Debemos poner a cada cual ante su responsabilidad y exigir PÚBLICAMENTE, en DEBATE PÚBLICO ese tema
- El PSOE, como partido y estructura de poder está completamente perdido para la izquierda como alternativa de nada. Quienes en el seno del PSOE se sigan considerando de izquierda, socialistas o republicanos deben considerar que su presencia allí sólo trae confusión, ni van a ninguna parte, ni pueden influir en nada y en realidad solo confunden a la población. Entre un programa de izquierda realista que haga frente a la crisis en favor de la población y apoyar las políticas del PP, los cuadros y la dirección del PSOE siempre coincidirán con el PP. Lo han hecho antes de ahora y lo seguirán haciendo. Para luchar contra la crisis con éxito se debe reconocer la existencia de la Lucha de Clases, cosa que el PSOE, ese PSOE de Suresnes y atlantista, no hace, salvo para apoyar al poder. Las personas procedentes del PSOE que tengan honradamente deseos de romper con esas contradicciones deben saber que la República necesita de todos… y que el camino del socialismo pasa por llamar a las cosas por su nombre. Y el del PSOE es el de una fuerza del sistema. ¿qué no es el PP exactamente? Ya sabemos, pero no se hagan ilusiones, si estamos como estamos es por su culpa entre otras cosas.
- La JER (Junta Estatal Republicana) se ha dotado de un ambicioso programa de acción política y social en su asamblea de Rivas de hace dos meses. En la práctica la JER presenta un proyecto de recuperación de la legalidad republicana perdida, de fin de la impunidad del franquismo, de acciones económicas, políticas y legales que combatan duramente a la crisis y aseguren a la población sus derechos básicos. La JER ha expuesto la contradicción entre el actual régimen corrupto y la lucha efectiva por los derechos sociales y humanos básicos. Defender estos con éxito exige la derrota de los que manejan el régimen de la Transición, por lo que la única acción realista es lograr la Ruptura para poder sobrevivir, siendo la República la expresión de esa victoria. La JER exige por tanto que todos los partidos que apoyan su acción redefinan su línea estratégica y la pongan al servicio de la construcción de la Tercera República. No es una tarea fácil ni estará exenta de tensiones. La JER tiene el potencial para convertirse en el embrión de un gobierno provisional, pues su objetivo es lograr que el Franquismo sea declarado ILEGAL de una vez y la Jefatura del Estado vuelva a las Cortes y se recupere la República, llevando ante los tribunales a los que siguen defendiendo la permanencia de la legalidad franquista. ¿alguna duda sobre esto? Pues recuérdese que la legalidad de la Monarquía se basa en la Ley de Sucesión de Franco, el día que esa ley sea declarada nula, la monarquía quedará al descubierto y avanzaremos hacia la República. Nada de esto es fácil. La cuestión es: ¿Por qué callan sobre estas contradicciones quienes pueden exponerlas en las Cortes, en los ayuntamientos, en la calle, en todas partes? Debemos actuar como republicanos ys er consecuentes. No hay solución alguna a la crisis en este régimen. El problema no es Juan Carlos o Felipe o una improbable república bicolor, sino el tinglado entero, la madeja de intereses miserables, de corrupciones de todo tipo que nos gobiernan y condenan a la miseria. La República deberá ser implacable.
- Los escraches como tales nacieron en Argentina para denunciar a los verdugos de la dictadura militar que vivían de incógnito. Al manifestarse delante de sus casas, la gente lograba señalar a los asesinos y torturadores que vivían ocultos y en impunidad total, arruinándoles el incógnito y forzándoles a huir; en la práctica, los escraches argentinos pusieron de manifiesto lo injusto y complice de las leyes de Punto Final que taparon las torturas, humillaron de nuevo a las víctimas y protegieron a los criminales. Es por eso que un escrache es algo a defender claramente, pues supone actuar valientemente para señalar injusticias reales y denunciar o bien a criminales impunes o bien a los políticos y legisladores que amparados en la ley defienden la impunidad y la injusticia.
- Las acciones de protesta callejera ante quien ocupando un cargo público ha actuado de forma injusta, o percibida como injusta, entran en lo que en España hemos llamado siempre «cencerradas». Darle una cencerrada a alguien era hacerle saber el disgusto de los afectados por decisiones discutibles o injustas, mediante acciones públicas como hacer ruido, meter bulla, molestar y expresar públicamente disgusto. Esa es la idea de la protesta. Implica en primer lugar recordar al acrgo público que debe responder de sus acciones no solo institucionalmente, en el interior del parlamento, sino públicamente, en la calle, ante los ciudadanos. El cargo público lo es y como tal debe afrontar el disgusto que sus acciones puedan causar; si cree en lo que ha hecho debe defender públicamente su posición y dar la cara, va en su sueldo de parlamentario.
Si votas una ley que arroja a la calle a la gente, que pone en la acera a los niños y ancianos a la par que protege a los poderosos, protestar públicamente y que los familiares y amigos cercanos se enteren de lo que has hecho es algo más que aceptable. Si tan seguro estás de que es justo, no te importará darle explicaciones a tus propios hijos. Las decisiones políticas afectan a la vida de la gente, y no se deben tomar si no se está dispuesto a defenderlas. La acción de los bancos y los diputados que les apoyan es tan vergonzosa, tan miserable que la protesta pública es una exigencia moral.
Y si el PP teme a los escraches, que recuerde que los escraches a los criminales franquistas, a sus hijos y nietos que defienden los crímenes de la dictadura, a los policías torturadores y asesinos de la Político Social (146 vivos todavía) y a todos los que se han beneficiado de la dictadura y siguen saqueándonos en la banca y la patronal no han empezado todavía.
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Posted in: Al servicio de la República, Por clasificar









Jose Manuel
2013/04/12
Dices que «los que controlan el país desean un recambio en la figura de Felipe Borbon, de ahí los ataques al Rey desde la derecha». Puede ser que, efectivamente, muchos lo estén pensando. Pero si la operación no saliese bien, también podrían plantearse la opción republicana, antes de lanzarse a la dictadura (en cualquiera de sus formas). Es cierto que es difícil, teniendo en cuenta el anterior precedente (y como se les complicó la cosa), pero no imposible. En el 31 fue lo que hicieron.
«La presencia de Niceto Alcalá-Zamora en la Presidencia era el más claro símbolo de que la segunda República no era más que la nueva forma que había adoptado el viejo caciquismo hispano, una vez que el sistema canovista y la dictadura de Primo de Rivera habían agotado sus posibilidades históricas. Alcalá Zamora pertenecía a una familia de propietarios rústicos que venía ejerciendo el poder en la comarca de Priego –capital de la subética cordobesa– al menos desde el siglo XVIII. En las primeras décadas del siglo XX, Niceto Alcalá-Zamora encabezó la facción caciquil hegemónica de la comarca de Priego, extendiéndose su influencia por los municipios de Almedinilla, Luque, Rute y Sueros. En 1917 llegó a ser Ministro de Fomento, bajo la Presidencia del Marqués de Alhucemas, volviendo al Gobierno en 1922, esta vez como Ministro de la Guerra. Su presencia al frente de los Gobiernos republicanos desde 1931 hasta abril de 1936 representaba una garantía más que sólida de que la nueva República no habría de significar un peligro real para los antiguos caciques reconvertidos, por más que la propaganda dijera lo contrario.
Como explica Ramón J. Sender en un artículo publicado con motivo de la destitución de Alcalá-Zamora en 1936:
“En el presidente destituido había que considerar primero su origen social. No nos podemos desintegrar del conjunto social. Cada cual representa su parte de interés, los propios, identificados con los de un sector social. Ahora, después de cinco años de experiencia, no es nada difícil ver los intereses que ha representado y representa Alcalá Zamora. Pero ocho días antes del 14 de abril de 1931 tampoco era difícil. Bastaba hablar con él cinco minutos. Y menos aún; hacer antesala un cuarto de hora en su casa. Se veía enseguida que Alcalá Zamora iba a representar en lo económico al terrateniente feudal; en lo religioso, al Vaticano; en lo militar, el viejo espíritu de castas. En lo simplemente vital, el barroquismo retórico lleno de oralina y falsa pedrería”.
A mi entender, la República por la que se luchó en el 36-48 no fue la República del 31 sino la de febrero del 36.
dedona
2013/04/12
A ver, una cosa es la presencia de republicanos sobrevenidos como la de alcalá zamora, etc, y otra que fuese la República de Abril una república recambio de los caciques y oligarcas una vez caído el Borbón. Son cosas distintas, Los caciques y oligarcas no querían la de Abril, tampoco la de Febrero. Alcalá Zamora no fue quien impulsó los cambios del 31-33, ni comprendió nada en febrero del 36. Su puesto fue como un gesto para tranquilizar que fue rechazado por quienes se sintieron amenazados en abril del 31. La República de Febrero, en palabras de Azaña, pretendía salvar el espíritu de Abril y eso sólo era posible con la unidad de los republicanos de izquierda, los socialistas y comunistas y el movimiento obrero. Entiendo que te parezca poco el 31, pero para los poderes fácticos era demasiado. Los caciques y oligarcas no coincidieron con tu opinión. Para ellos sí era peligrosa.
Sin Abril no hay Febrero.
Y sin Febrero no hay Octubre…
Yves
2013/04/12
El PSOE de Suresnes = en 1974, la CIA –herramienta de la gran banca internacional— y el SECED –servicio secreto español y dedo meñique de la CIA en España— cooptan al grupo de Felipe González del, casi inexistente en España, PSOE, les llevan al congreso del partido en Suresnes (Francia) y dan un autentico golpe de estado en el partido colocando a su cabeza a González y compañía. Después, aquella gran banca intencional inyecta fondos en el partido para llevarle al poder; eso sí, con el encargo de meter a España en la OTAN y en la CE, y de desmantelar la industria pesada del país –altos hornos, astilleros, etc.–. España había sido considerada por esa corporatocracia occidental como país semiperiférico: sólo apto para la producción de bienes y servicios para las grandes multinacionales. La “modélica” Transición Española fue diseñada en la sede central de la CIA. Felipe era su hombre y el PSOE es suyo. Del PP no hace falta hablar. (Véanse los libros: “La CIA en España”, de Alfredo Grimaldos, y “Soberanos e Intervenidos”, de Joan E. Garcés.)
¿Se puede hacer esto obviando a los poderes supranacionales (corporativos, madeja de miserables intereses, claro está)?
Es ya tiempo, afirmo, en el que no viene a cuento fijarse en modelos del pasado (II República… creada por monárquicos), fracasados por razones bien estudiadas, y sí de poner la vista en el presente y enfocarla hacia la constitución de una república nueva y sin los lastres constitutivos de aquella.
dedona
2013/04/12
Análisis bien, conclusión incorrecta. La República será nueva, srá otra, obviamente, pero o aprendemos de lo que fue mal en el pasado, de las experiencias sufridas, o mantenemos el hilo rojo de la memoria o estamos perdidos. Mucho interés tienen algunos en romper el hilo de la memoria. Será por algo.
Jose Manuel
2013/04/13
Creo que entre ambos momentos históricos se pueden establecer analogías (Entre 1930-31 y 1968-1978, aprox). En ambos casos estabamos ante una situación objetivamente revolucionaria. Las masas populares arreciaban en sus luchas cada vez más y el aparato político de las clases dominantes se desmoronaba, así que tenían que buscar salidas para mantener su atrasado sistema de dominación. Tras el hundimiento de la dictadura de Primo de Rivera fue imposible volver a levantar el viejo sistema de la Restauración; lo intentaron, pero fracasaron; y era realmente un peligro para la oligarquía dominante continuar con aquel esfuerzo de recomponer el viejo bipartidismo, en aquel contexto de agudización creciente de la lucha de clases.
Desde finales de los años sesenta sucede más o menos lo mismo; las luchas populares arrecian cada vez más y la dictadura de Franco entra en crisis profunda. Es necesario buscar un recambio.
El recambio en 1931 fue la República y en 1975 la monarquía parlamentaria. En ambos casos la situación para las clases dominantes era muy delicada, por eso era fundamental para ellas controlar desde arriba el proceso, en la medida de lo que las circunstancias posibilitaran, para impedir que se controlara desde abajo, por que si no estaban perdidos.
En ambos casos, era fundamental la colaboración de «las izquierdas», particularmente del partido socialista. Sólo los socialistas (más que los otros republicanos) podían proporcionar al nuevo sistema político, en 1931, una fachada popular, que sirviera para ilusionar a las masas, de forma que las luchas se fueran relajando. En la Transición fue, además, fundamental (tanto o más) la colaboración de los «comunistas» (revisionistas) de Carrillo.
La diferencia entre los dos procesos fue que en el intento de reestructuración acabó teniendo éxito en la Transición (a pesar de las muchas dificultades), mientras que el la República fracasó, haciendo necesario el golpe militar y luego la guerra.
¿Los caciques y oligarcas en el 31 no coincideron con mi opinión, como dices?
En primer lugar, no todos los que pasaron al bando republicano lo hicieron después de la proclamación de la República. Algunos lo hicieron antes, como Miguel Maura Gamazo (el hijo de Antonio Maura), quien en 1930 declara que «ahora los conservadores deben apoyar el movimiento revolucionario encauzado para evitar que venga una revolución social».
Tras él vendría la reconversión de Niceto Alcalá Zamora. El que fuera ministro de Fomento y de la Guerra en la Monarquía, decía en una conferencia impartida en el Ateneo Guipuzcoano en mayo de 1930, que “siempre fue un hombre de orden, y que, por serlo, ahora más que nunca, había pasado al campo republicano”. Era preciso que las clases conservadoras colaboraran en la obra de proclamación de la República, pues “al salvar al país se salvarán ellos también”
El propio José María Gil Robles, advertía en junio de 1931 (ya en plena República) que el enemigo principal no era la República sino la revolución, y dice:
“Ni como católicos, ni como ciudadanos, podemos ni debemos combatir el régimen republicano que existe en España”, especialmente “en la época actual, caracterizada por un predominio de las tendencias anárquicas”. “La República, como todo régimen que empieza, tiene muchos enemigos. Pero los peores de éstos, son los que están colocados a su izquierda: los sindicalistas que combaten sin tregua al Gobierno, y que por boca de su leader Pestaña, acaban de proclamar, una vez más, la violencia y la acción directa, como instrumento eficaz de la revolución social; los comunistas, cada día más audaces, que arrastran los numerosos disidentes del socialismo gobernante. Si esos enemigos vencen al Gobierno, iremos más rápidamente a la anarquía. Procuremos apoyarle con una colaboración leal –que en muchos casos implica la crítica constructiva y serena– si queremos evitar una situación, sino parecida a la de Rusia, semejante, al menos, a la que sufrió Hungría bajo la Dictadura roja de Bela Kun.
Por bien de todos, no debilitemos al Gobierno”.
Tienes toda la razón al decir que no hay que romper el hilo rojo. Siguiendo ese mismo hilo es bueno recordar lo que decían los comunistas sobre la República, que desde 1932, la definen como una dictadura burguesa y terrateniente que reforzaba la dependencia de la economía española del capital extranjero y la opresión semifeudal en el campo:
“Los restos feudales en el campo, los privilegios de los nobles, desamparo medieval de los campesinos ante la ley, la brutalidad sangrienta del caciquismo en las aldeas, no solamente no están liquidados, sino reforzados por el Gobierno republicanosocialista».
Eso no quita que sea totalmente cierta tu afirmación de que «sin Abril no hay Febrero. Y sin Febrero no hay Octubre». Se trata precisamente de eso; de que, después de Febrero (de 1936) no venga otro abril como el de 1939.
dedona
2013/04/13
Creo que estás forzando lo de que la República de Abril fue la «salida» de la oligarquía que se beneficiaba de la monarquía. No creo que eso se pueda demostrar. Otro asunto es que dadas las circunstancias no tuvieran otra salida que dar paso a la república, pero una república de la que se hacen cargo no los prebostes de la monarquía, sino los que habían estado en la cárcel, en la oposición más dura y fuera del sistema político hasta hacía dos minutos. La derrota política del sistema monárquico fue de tal magnitud que se quedaron sin repuesto. Individualidades otrora monárquicas que se reconvierten a la Repúblca salieron a montones, claro. La mejor prueba de que esto es así es que la conspiración contra la República empezó ese mismo día 14-15 de abril: el poder tradicional se vio desplazado del poder político y se comenzó una nueva institucionalidad política y legal que era incompatible con el viejo régimen. Como la lucha de clases es una realidad, la lucha pasó a ser no solamente para ocupar políticamente la República y neutralizar sus reformas (33-36) sino para impedir, sobre todo, que las bases del poder de la oligarquía fuesen afectadas por el nuevo sistema democrático. Las bases sociales y económicas del poder de clase de una minoría se vieron en peligro por la existencia misma de la República de Abril. Así lo percibieron y así actuaron. Es por eso que el golpe del 36 no es para aplastar un hipotético comunismo sino para destruir la República y a los valores republicanos, por el procedimiento de matar, matar y matar y todos los que se opusieran al golpe o representaran a la república u la defendiesen. Era odio a 1789, a 1793, a 1917 y, tanto a abril como febrero. La República de Abril significó —que es el disenso con tu escrito— ruptura con el bloque de poder tradicional. Es un hecho. El bloque de poder tradicional así lo interpretó. Que luego no supiera la República ser más contundente, que fuese demasiado garantista y magnánima con sus enemigos… eso es cierto. Cuando la sublevación de Sanjurjo, casi 2300 detenidos fueron deportados, juzgados, o expulsados del ejército. Esa masa de golpistas fue INDULTADA por Gil ROBLES en 33-36 y los militares readmitidos y promovidos. Imaginemos a Milans del Bosch indultado y nombrado jefe de estado mayor, por ejemplo; eso hizo Gil Robles.
dedona
2013/04/13
Otra cosa… lo de fracaso o no fracaso depende del punto de vista. la Transición fue un ACIERTO para la oligarquía que se beneficiaba del franquismo. No se cuestionó seriamente su poder de clase, se neutralizó a la izquierda, se basó todo en la más absoluta IMPUNIDAD del franquismo y sus crímenes. Fue un acierto para ellos y un FRACASO para la IZQUIERDA y las clases populares y trabajadoras.
La REPÚBLICA por el contrario TRIUNFO al lograr crear una institucionalidad democrática nueva y verdadera, abrir el camino al movimiento obrero y en crear unas condiciones que permitieran el desarrollo de una democracia avanzada. Y como triunfo en eso no era recuperable por el poder tradicional, y como resultado FUE ASESINADA, la República no fracasó, la mataron. Y cientos de miles de personas de paso.
José Manuel
2013/04/14
Como yo lo veo, el golpe de estado de los militares fascistas que desembocó en la guerra no fue para aplastar la República; fue para aplastar la lucha del Pueblo [fue la lucha del pueblo la que trajo la República y no la República la que trajo la lucha del pueblo]. Y para aplastar al pueblo llegó a hacerse necesario sustituir a la República por un régimen fascista [a esa misma República a la que ellos mismos habían abierto la puerta]; era necesario, por tanto, «asesinar» -como dices- a la República (y a todo republicano que se opusiese). Cuando en marzo del 36 miles de jornaleros extremeños se lanzaron a ocupar las tierras de los terratenientes semifeudales y a llevar a cabo, por tanto, la reforma agraria que los gobiernos republicanos no habían sabido, querido o podido realizar [la verdadera reforma agraria solo pudo desarrollarse en plena guerra, defendida por los fusiles del ejército republicano], los miembros de la oligarquía dominante que aún no se habían convencido lo acabaron de tener claro; el golpe militar no podía retrasarse mucho más, porque la República ha «fracasado» en su labor de contención, de su encauzamiento de la lucha popular. Por eso tuvieron que llenar la plaza de toros de Badajoz con miles de obreros asesinados en agosto de 1936.
Efectivamente -como dices- la oligarquía no tuvo otro remedio que dar paso a la República; preferían mucho más un régimen monárquico. Pero no les quedaban ya otras salidas; no había más alternativas. En ciertos momentos históricos las cosas se le ponen así de complicadas a las clases domimantes.
Hoy se encuentran en una situación, no igual, pero sí parecida. Las opciones que les quedan son varias:
1) Dejar todo como está e intentar aguantar como sea (represión, etc.)
2) Abdicación del Rey en su hijo y que todo lo demás siga igual (bipartidismo, etc.).
3) Algún tipo de dictadura, más o menos encubierta con elecciones, con uno u otro Borbón en el trono (la represión sería a mucha mayor escala, con recortes grandes de derechos como el de huelga, manifestación, asociación, etc.)
4) La República.
La República es, para ellos la peor de todas las salidas; también tienen memoria histórica. Pero si no queda otra salida, hacia ella tendrán que ir. La opción de la abdicación no está muy claro que les vaya a salir bien (en el sentido de ilusionar a la gente con la idea de un cambio), tal y como están las cosas. Pero bueno, pronto lo veremos.
josemanuelrodriguezacevedo
2013/04/14
Perdona, pero esta mañana tenía problemas con la conexión y te mandé dos comentarios casi iguales. Si te parece deja el último (tiene una frase añadida). Te agradezco el debate. Mucha suerte.
dedona
2013/04/14
hecho, saludos