Reseña: libro: «El poder de los empresarios» /VV.AA

Posted on 2010/01/06

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[Reseñas de un libro importante y que pese a lo muy discutible de su interpretación —afirma que la influencia de las elites empresariales en la vida política y el poder en España no han sido algo determinante en el último siglo— debe ser tenida en cuenta, siquiera para criticarla. Se hace preciso analizar qué entienden los autores como «determinante». No se trata de caer en un determinismo absurdo o en rebatir posiciones reduccionistas, sino de analizar lo que encontramos en la realidad. La conexión poder político/poder económico es ciertamente compleja, y sorprende que concluir esto sea la gran aportación de la obra.  Juan Pro Ruiz, Prof. en la UAM, ha escrito en Revista de libros (nº78, 2008) una amplia reseña, muy bien matizada. Sociología crítica blog]

Reseña: Cabrera, M., Del Rey, F., El poder los empresarios. Política y economía en la España contemporánea ( 1875-2000), Taurus, Madrid, 2002.

Virginia Miranda en El siglo. Nº 587 – 26/1/2004, escribe sobre Mercedes Cabrera y su obra en los siguientes términos: «Entre sus principales publicaciones destacan una biografía del fundador del periódico El Sol y empresario español, Nicolás María de Urgoiti; La patronal en la II República. Organizaciones y Estrategia (1931-1936); y Con luz y taquígrafos. El parlamento en la Restauración (1913-1923) (fue responsable de la dirección de este libro colectivo). Según sus propios compañeros investigadores, su obra más notable es la historia de los empresarios españoles en el siglo XX, publicada en 2002 junto a Fernando del Rey Reguillo y titulada El poder de los empresarios. Política y economía en la España contemporánea (1875-2000). Esta obra resultó finalista del Premio Nacional de Historia concedido por el Ministerio de Cultura en noviembre de 2003. El libro analiza el poder de los empresarios españoles desde 1875 a 2000 y concluye que éste no ha interferido en el desarrollo politico del país. Los autores no niegan que poder económico y político no converjan en ocasiones, pero defienden en todo momento la autonomía de la acción política en más de un siglo de historia.»

En el mismo sentido Pedro Tedde de Lorca para EL plural, interpreta la obra de Mercedes Cabrera:

«Una de las interpretaciones históricas de la España contemporánea que encontró acogida más favorable en los decenios de 19 60 y 1970 fue aquella que afirma la persistencia del poder de la oligarquía económica sobre el conjunto de la sociedad a lo largo del tiempo. Los sucesivos regímenes políticos, desde la Monarquía constitucional alfonsina hasta la dictadura de Franco, e incluso hasta la transición a la democracia, no habrían sido sino diferentes ordenamientos jurídico-formales, accesorios respecto a una misma base estructural. Algunas alteraciones temporales en este esquema histórico, como la II República y la Guerra Civil, se resolvieron en la confrontación del bloque de poder oligárquico con las clases democráticas y populares; la victoria del primero sobre las segundas permitió reafirmar la supremacía social y política de los poderosos y sus descendientes.

La fuerza de esta corriente de interpretación historiográfica comenzó a perder fuerza hace unos veinte años, coincidiendo este hecho curiosamente con dos circunstancias: la llegada al poder de los socialistas y su permanencia en él durante casi tres lustros, en un marco institucional de plena economía de mercado, y el deilitamiento y posterior desintegración del comunismo en Europa. Pero hay, a mi juicio, otro factor de mayor importancia en la evolución reciente de la historia de Epsaña, como es la progresiva riqueza y calidad de los análisis interpretativos. Ello ha implicado, por un lado, una creciente interrelación de la historia política con la historia económica, la historia social y la historia cultural, y también, por otra parte, una comparación sistemática de las explicaciones históricas de España con la de otros países próximos.

Es en esta corriente renovadora y antidogmática en la que cabe plenamente situar El poder de los mepresarios. Política y economía en la España contemporánea (1875-2000), cuyos autores son dos conocidos especialistas en historia de los emrpesarios y de las organizaciones empresariales. El libro sigue un orden cronológico, desde la llegada de Alfonso XII a Barcelona en 1875 hasta la privatización de las grandes emrpesas públicas por los últimos gobiernos socialistas y populares. El poder de los empresarios es, como dice el subtítulo de la obra, una historia política -una excelente historia política- de la España contemporánea, aunque contemplada desde el observatorio económico-empresarial. A partir de una información bibliográfica de primer orden, Mercedes Cabrera y Fernando del Rey organizan un estudio minucioso pero siempre claro, accesible a todos los lectores, donde aparecen con frecuencia anécdotas y semblanzas reveladoras. El objeto del estudio es la acción de los mepresarios y de las organizaciones empresariales en el ámbito político y, como es lógico, también la influencia opuesta del Estado sobre las élites económicas.

Los autores concluyen que dicha interacción ha sido constante pero no regular ni tampoco homogénea en cuanto a sus resultados. Las ideas frecuentemente se manifiestan de manera independiente respecto a los intereses materiales, y los condicionantes de clase social y de riqueza no obligan a comportamientos uniformes. Tres figuras claramente significativas, en una misma época, de la política y los negocios -incluso copartícipes del mismo ideario proteccionista del Estado sobre la actividad económica- como S. Alba, F. Cambó y Ramón de la Sota optaron por seguir senderos divergentes, cuando no contradictorios, según muestran sus respectivos avatares personales y familiares, en los tres casos con desenlace dramático. La opción de la gran mayoría de los empresarios por el lado franquista durante la guerra civil respondió, sin duda, a la defensa de sus intereses, pero también a la salvación de sus vidas, sin que las dieas llegaran a influir, en este caso, de modo primordial. Durante la prolongada vigencia del régimen de Franco, fue el Estado, según exponen los autores del libro, el que dejó siempre claras las reglas del juego económico, aunque cambiaran con el tiempo. Frente a quienes afirman que fueron los intereses de una hipotética oligarquía los que forzaron el cambio de política económica en 1959, los autores se inclinan por atribuir a las convicciones de un grupo de políticos y de un grupo de expertos en economía de mercado la responsabilidad de emprender, a fines de los 50, el camino de la liberalización.»